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El Imparcial / Tijuana / Día de las Madres

Es Rosario mamá de una heroína que salva vidas

Rosario Portillo vive días de incertidumbre al saber que su hija Dulce Quevedo es doctora en la clínica 1 del IMSS, pero está orgullosa al saber que lucha contra el Covid-19.

Para la señora Rosario Portillo, la satisfacción de saber que su hija Dulce está llevando a cabo una labor heroica supera la angustia de no poder verla en persona.

La familia Quevedo Portillo ha vivido de primera mano la importancia de la prevención desde que se decretó la pandemia de Covid-19.

Tras la llegada del virus a Tijuana, Dulce Quevedo, una de las hijas de Rosario y médico de profesión, fue solicitada en la Clínica 1 del IMSS para desempeñarse en el piso que atiende a los enfermos de Coronavirus.

Dicha oferta aumentó la preocupación que ya existía en la familia, sin embargo, los padres de Dulce estuvieron de acuerdo en apoyarla, fuera cual fuera su decisión.

“Es muy estresante vivir estos momentos que están pasando y cuando mi hija fue solicitada para ingresar al Seguro Social a nosotros se nos hacía una cosa imposible que se fuera y, sobre todo, en estos momentos que estamos viviendo tan delicados”, recordó Rosario.

Sin embargo, para Rosario era cuestión de tiempo para que su hija aceptara la oferta por la pasión con la que realiza su labor.

La pensó mucho para poder tomar la decisión del contrato porque su papá es diabético y un contagio tal vez no lo resistiría; la pensó bastante, como dos semanas, entonces hasta que por fin decidió porque a ella le apasiona su trabajo, entonces la apoyamos”, explicó.

El ingreso de Dulce al Hospital Regional Número Uno trajo consigo medidas para disminuir el riesgo entre la familia.

“Cuando llegaba aquí afuera la ‘fumigábamos’ le poníamos un impermeable para que se metiera al baño de manera directa, se quitaba los zapatos; ella no se sentía agusto, siempre estaba con el miedo de poder transmitir algo”, manifestó la señora Portillo.

La situación, añadió Rosario, orilló a su hija a optar por mudarse a un departamento mientras se desarrolla la pandemia.

“Ahí está, está directamente con los contagios, con el área de epidemiología, directamente en ese departamento; nos comunicábamos por teléfono, videollamada, no ha venido acá”, dijo.

“Espero que pronto pase todo esto y que mi hija no se contagie; mi hija no cae en crisis porque le apasiona su trabajo y lo que quiere es salvar personas, en el fondo, a pesar de todo, me siento muy satisfecha de que ella esté en ese momento como un héroe, yo le digo que es un héroe y que cuando esto llegue a pasar, vas a ser héroe”, agregó.

Rosario está consciente de que la ausencia de Dulce representa una celebración del 10 de mayo diferente a todas los anteriores, sin embargo, trae consigo la satisfacción de festejar ser mamá de una heroína que día con día se esfuerza en salvar vidas.

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