Duplica EU deportación de menores sin compañía

El promedio de deportaciones de Estados Unidos de menores no acompañados se ha duplicado durante los primeros cuatro meses del año en comparación con 2017, detalla información del Instituto Nacional de Migración (INAMI).

Los datos de las autoridades federales establecen que el año pasado por mes eran deportados por la garita de El Chaparral en promedio 69 menores no acompañados, cifra que ha aumentado a 136 en los primeros cuatro meses de 2018.

Durante el año pasado fueron deportados mil 640 menores de entre 12 a 17 años de edad y 26 niños de hasta 11 años.

Mientras que en el presente año, hasta el mes de abril, son 989 menores de entre 12 y 17 años los que han sido deportados y 5 de hasta 11 años de edad.

La procuradora para la Defensa de los Menores y la Familia, Consuelo Luna Pineda, señaló que los menores de edad que son detectados y deportados por la Patrulla Fronteriza muchas veces no reciben un trato digno, debido a que cuando los reciben les ha tocado recogerlos sin zapatos, con ropa mojada, sin comer o con ropa no adecuada al clima.

La autoridad no les brinda ninguna atención en cuanto a lo que se ha visto en el Módulo de Atención a Niños Migrantes Repatriados No Acompañados en cuanto alimentación, o ropa adecuada, indicó.

Por su parte, la presidenta del DIF Baja California, Brenda Ruacho, informó que dichos menores llegan al Módulo de Atención, en donde reciben alimento, ropa, calzado y atención sicológica.

Una vez en el lugar, las trabajadoras sociales platican con ellos para saber si cuentan con un familiar en el Estado o todavía sus padres están en Estados Unidos.

En algunos casos también los papás fueron deportados y los esperan, a quienes se los entregan en uno o dos días, por el trámite necesario.

Y si no tienen familiares en la Entidad, se contactan con el DIF de donde son originarios y ellos se encargan de buscar a tíos, primos o abuelos, para enviarlos en camión o avión.

Principalmente son menores procedentes de Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Baja California, estos últimos, son utilizados como distracción por gente dedicada al tráfico de personas.

“La mayoría de ellos viajen solos desde su lugares de origen, viajan en la bestia, caminando, en tráilers, pidiendo raite en carretera, para poder reunirse con los padres, ya que se quedaron al cuidado de sus abuelos en sus lugares de origen”, comentó.

En el caso de los niños extranjeros, el Instituto Nacional de Migración (Inami) solicita el alojamiento en lo que se lleva acabo la repatriación, ellos hacen el contacto con los consulados de los países de origen para poder acreditar la nacionalidad, permanecen de una semana o hasta un mes.