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El Imparcial / Tijuana / Héroes en el Covid-19

Dispuesta a dejar su hogar por el virus

Rocío es enfermera y dice que si presenta un rebote de casos, no descartaría dormir en su carro para no exponer a sus hijos.

Tijuana, BC.- Como Rocío Anabel Huerta, más enfermeras del Hospital General de Tijuana (HGT) están dispuestas a dejar su hogar e incluso dormir en sus carros, para seguir atendiendo a pacientes con Covid-19, en caso de que se presente un rebrote de la pandemia en Baja California.

El personal del sector salud desde marzo se encuentra en la primera línea de batalla en contra del coronavirus, porque el amor a su profesión así se los dicta.

“De verdad la gente no entiende. La gente es ‘burra’. La gente cree que es mentira el coronavirus, pero en realidad está fatal. Nuestro reto es que haga caso y se quede en casa”, expresó Rocío, supervisora de enfermería de Urgencias de Adultos Mayores del HGT.

Huerta compartió que contempla vivir en su carro hasta que se controle la pandemia del Covid19 en el Estado, especialmente en Tijuana.

“Si el rebrote se viene será más fuerte y yo creo que la posibilidad sería no llegar a mi casa. Estos más de dos meses me he super cuidado, pero creo que con el rebrote mi prioridad sería dormir en el carro o buscar un lugar dónde quedarme. Nunca he pensado en retirarme de mi profesión porque la amo, yo tengo quince años en esta institución”, sostuvo.

A pesar del panorama, el equipo del área de Urgencias de Adultos Mayores, que está conformado por quince elementos, mantiene el compromiso con los pacientes actuales y con los que vendrán.

Huerta mencionó que es importante mantener en funcionamiento dicha zona, sin importar dejar de lado a la familia.

“Nuestra prioridad es el hospital, atender a los pacientes, a la ciudadanía que llega y tratar de haya más pacientes aliviados que lleguen a su casa. Estamos dando el 100%”, destacó.

La enfermera dijo que lo anterior lo logró gracias a la motivación que le brindaron sus cuatro hijos, a quienes, aunque vivan en el mismo lugar no ha podido abrazar desde hace tres meses por temor a que al interior de su hogar surja un brote de coronavirus.

El abrazo que más extraña es el de su hijo de 4 años, quien a su corta edad comprende la labor de su mamá.

“Tengo miedo de que me lleve algo (un virus del hospital) a pesar de todas las medidas que estoy tomando. A los cuatro los tengo encerraditos desde que empezó esto, los amo con todo mi corazón y son quienes más me inspiran para ser más fuertes”, expresó Rocío.

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