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El Imparcial / Tijuana / Baja California

Crece un 64% deportación de EU por BC

Durante el primer semestre del año aumentaron las deportaciones de mexicanos de Estados Unidos por Baja California en 64% en comparación con el mismo periodo de 2017, de acuerdo con información del Instituto Nacional de Migración (Inami).

Los datos establecen que durante los primeros seis meses de 2018 han sido expulsados de Estados Unidos 34 mil 839 connacionales por Tijuana y Mexicali, mientras que el año pasado la cifra fue de 21 mil 205.

Las estadísticas de las autoridades establecen que durante el primer año de la presidencia de Donald Trump la cifra de deportaciones por el Estado era a la baja en comparación con la administración de Barack Obama.

Sin embargo, la tendencia cambio este 2018 cuando existe un promedio de 5 mil 800 connacionales expulsados del país vecino por las puertas de entrada de Tijuana y Mexicali.

El director de la Casa del Migrante, Patrick Murphy, informó que en junio fue cuando recibieron a la mayor cantidad de migrantes deportados de Estados Unidos, lo cual implicó que el albergue estuviera a su máxima capacidad.

Con Barack Obama, ex presidente de la Unión Americana, las deportaciones estuvieron dirigidas solo hacia los mexicanos que eran parte de las pandillas de delincuentes, detalló; ahora, con el actual mandatario Donald Trump, las expulsiones son hacia cualquier persona con rasgos indígenas que caminan por plazas comerciales, parques o se encuentran en sus zonas de trabajo.

“Está llegando gente de 70, 80 años, con problemas sicológicos. Gente que durante 30 o 40 años vivió en Estados Unidos y algunos llegan a Tijuana sin hablar bien el español”, agregó.

Durante 2017 fue un año tranquilo en las expulsiones de mexicanos, añadió, pero de mayo a junio de 2018 nuevamente repuntaron las deportaciones.

El director de la Casa del Migrante expuso que este fenómeno ocurre porque las cárceles de la Unión Americana están abarrotadas con prisioneros extranjeros y nacionales, pero con residencia legal.

Dentro de las personas en el albergue se encuentra Ramón Barajas Gallegos, de 56 años, quien vivió en San Ysidro y Santa Mónica, y estaba a punto de obtener su ciudadanía estadounidense.

Un día le pusieron un “cuatro” al pedirle que fuera a recoger un premio a una discoteca de San Ysidro, pero en el lugar lo esperaba una veintena de policías.

“Con Obama era diferente, uno podía salir y no tenía miedo, porque más bien la policía se iba con la finta de cómo ibas vestido y si hablabas inglés. Pero con Donald Trump, uno ya no puede salir. Hay redadas por todos lados, en las casas te tocan”, recordó Barajas Gallegos.

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