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El Imparcial / Tijuana / Tijuana

Aumenta número de desalojados en Cumbres del Rubí

En las últimas dos semanas ha continuado el movimiento de tierra; suman 365 damnificados en el lugar.

Aunque quisieran, muchos de los habitantes de Cumbres del Rubí no tienen oportunidad de resguardarse en sus domicilios.

Desde hace una semana, 365 personas se quedaron sin casa por un deslizamiento de tierra en dicha colonia, el cual dejó inhabitables 118 viviendas.

Para la señora Alba Laura Díaz, de 58 años, las últimas dos semanas han sido complicadas porque se le sumaron diferentes problemáticas.

Al recibir la instrucción de abandonar su domicilio, se vio en la necesidad de quedarse con uno de sus hijos, sin embargo días después se enfermó de resfriado.

Además, a causa del Covid-19 se le prohibió colocar su puesto en un sobre ruedas, que representa su único ingreso.

Ayer, tras mejorar de salud, regresó a su vivienda en Cumbres del Rubí y se percató de que le robaron todos sus bienes.

Estuve con un familiar pero dejé cosas en casa y ahorita que vine a ver todo se lo habían robado, vinieron a robar; primero nos pasa esto de las casas, después el temporal de agua y luego lo del coronavirus, ya no se que vamos a hacer sin trabajo, porque yo vendo en un sobre ruedas y ya no hay dinero, yo vivo sola aquí”, explicó.

Hace dos semanas, cuando empezó a notar grietas en la calle Ignacio Allende, no se imaginó que días después perdería el lugar donde vivió los últimos quince años.

“Se empezaron a hacer grietas, se empezaron a abrir y supimos que se iba a caer; reportaron los vecinos afectados, los primeros, fueron los que se afectaron más y se salieron”, añadió.

Pierden patrimonio

Otros de los colonos, como Helena Rojas, solo pudieron observar con impotencia perdieron 20 años de patrimonio en el lapso de una semana.

“Estuvieron viendo como se abría el piso, se fue hundiendo de poco a poco y quedó muy feo, ya no se pueden habitar las casas; por las mismas grietas que estaban avanzando muy rápido, vimos que ya no se podía ni caminar, nos tuvimos que salir”, relató.

Pese a que cuenta con el apoyo de su familia y tiene un lugar para quedarse, se vio obligada a regresar a Cumbres del Rubí para evitar que indigentes causen destrozos en su propiedad.

“Tenemos que salir adelante, tenemos que cuidar nuestras cosas porque también hay mucho malandro y nos dejan sin nada”, manifestó.

Sin embargo, hay otras personas, como Manuel Rodríguez, de 48 años, que han optado por continuar en sus casas pese al peligro inminente que representa el deslizamiento.

“En mi casa no pasa nada porque es de madera, pero si se me cae, pues me voy a ir; vivo solo desde que mataron a mi esposa, he estado solo aquí, si tengo a donde irme pero no quiero molestar a mi mamá”, aseguró.

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