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El Imparcial / Tijuana / La Cosmopolitana

Aprenden a cocinar en los Ceresos

Dentro de los centros de detención, las personas privadas de la libertad son capacitadas sobre el manejo y técnicas de elaboración de alimentos.

TIJUANA, B.C.- Si bien estar en un Cereso significa no tener contacto con el exterior, parte esencial de la reincorporación a la sociedad es aprender nuevas cosas como cocinar.

Dentro de los centros de detención donde se encuentran las cocinas de La Cosmopolitana se les da capacitación a las personas privadas de la libertad sobre el manejo de los alimentos, técnicas de elaboración correcta, así como sazonar y usar los equipos correctamente por parte de los supervisores.

Sabemos que el manejo de utensilios de cocina es de riesgo y más cuando se trata de un Cereso, por lo que hay oficiales que vigilan el comportamiento dentro de la cocina, además de entradas y salidas de las personas privadas de la libertad.

Si es necesario, intervienen a consideración en el tema de seguridad, además, un dato de interés es que en las instalaciones los cuchillos están despuntados, y los utensilios son guardados en un lugar específico.

También, mientras se llevan a cabo las labores, las mesas son ancladas con cadenas o cable de acero y se lleva un registro de a quién se le entregó algún utensilio, mismo que debe ser devuelto al finalizar las mismas.

Cuidar la higiene de los alimentos que ahí se sirven es vital, motivo por el que cada seis meses se les realizan análisis clínicos a las personas privadas de la libertad y también exámenes a los alimentos de acuerdo con las normas establecidas, siempre de la mano con la Comisión de Servicios Penitenciarios (Cesispe).

En cada uno de los centros de detención varía la cantidad de personas privadas de la libertad, de acuerdo al volumen de producción de los alimentos, condiciones de la cocina, equipamiento, entre otras cosas, pero son alrededor de 400 personas en todos los centros.

Son las personas privadas de la libertad quienes solicitan participar en este tipo de actividades, sin embargo no todos son elegidos pues necesitan algunos requisitos para participar en la cocina, pero los que ingresan tienen un seguimiento y cada seis meses abren capacitaciones.

A decir de La Cosmopolitana, como resultado de sus capacitaciones se ha sabido que personas privadas de la libertad que logran su libertad inician negocios relacionados al área gastronómica, que es lo que se busca con una buena reinserción social.

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