Reviven nostalgia de otro tiempo
Cuatro voces, cuatro corazones, cuatro historias, pero un mismo idioma: La música, esa que solo Angélica María, Enrique Guzmán, César Costa y Alberto Vázquez lograron tatuar en los oídos de toda una generación.
En sus gargantas acumulan al menos 50 años de historia, de la época del rock and roll de oro en México, de letras y ritmos que la noche del pasado sábado provocaron nostalgia pura en los tijuanenses.
El Audiorama de El Museo El Trompo revivió con “Juntos por última vez” durante cuatro horas, grandes éxitos que compartieron estos ídolos, cada uno por espacio de 45 minutos.
Se hicieron acompañar por sus músicos, un poco de cada una de sus orquestas habituales, que complementaron para que esta gira lograra el éxito esperado.
Estos famosos “rucanroleros” tomaron con humor su falta de memoria, sus achaques de la edad y cada uno al finalizar siempre recibió la ovación de pie del público.
El vozarrón varonil
Sin su cigarrillo, pero sí a expensas de utilizar el tanque de oxígeno, Alberto Vázquez fue el primero en deleitar al público rodeado de la majestuosidad de once músicos, cuatro coristas y un director musical.
Con esa galantería que siempre lo distinguió, de traje, sentado por momentos y otros de pie, el sonorense hizo presa a su voz de temas como “Maracas”, “El velador”, “La que se fue” y “Pecador”.
Bromeó cuando el público a modo de burla le respondió un “uuuuu”, por decir que cantaría un tema de cuando era jovencito.
“Cuál u, si aquí a los que veo, todos somos de la misma rodada”, se defendió ante la risa de los presentes.
Agradeció el que esa noche los acompañaran, mostró su alegría de estar en Tijuana a la que hacía tiempo no visitaba.
“Ahora es una Tijuanota, muchas gracias por haber venido, esperemos que pasen un linda noche”, dijo a la audiencia con ese vozarrón varonil.
Interpretó otros éxitos como “Al modo mío”, “Day-O” tema que se le conoce como “Banana Boat” de Harry Belafonte.
Eterno chico del suéter
Quizás el más pacífico de todos, siempre fue César Costa, al que siempre le señalaron su baja estatura, pero resaltaron su grandeza.
Salió vestido de traje, el cual luego cambió por un suéter, al que dijo, ser el primero que tuvo, tanto que está en el museo de antropología.
Acompañado de fotografías de aquellos años gloriosos, evocó temas como “La historia de Tommy” y “Besos por teléfono”, de ésta última “buleada” por sus nietos, al decirle que ya había celular.
“Gracias por acompañarme, esta siguiente canción la dedicaré a quienes por desgracia ya no están con nosotros, pero también a quienes por desgracia se encuentran con nosotros”, dijo mientras señalaba hacia atrás del escenario.
Recordó a Johnny Laboriel con el tema “Hiedra venenosa” y aquellos hitazos como “Tus ojos”, “Agujetas de color de rosa”, “Las cerezas” y “Loco amor”.
Una de sus baladas más actuales también formó parte de su repertorio, “Tierno” y destacó una anécdota de Fello en una de las famosas caravanas musicales.
“Veníamos en un camión Lucha Villa y un servidor y atrás un hombre cuya cabeza compuso un tema grandioso, era Fello, era José Alfredo Jiménez”, y entonces interpretó “El Rey”.
Para terminar su participación con el tema en inglés con “My Way” (“A mi manera”) de Paul Anka.
‘La novia de México’
Elegante, con una flor en su hombro izquierdo, como toda una dama, salió al escenario Angélica María, la llamada “Novia de México”.
“Gracias por venir, por acompañarme, porque aquí, ya hay abuelas, ya casi medio betabeles como yo, me da tanto gusto que estén aquí”, dijo a la audiencia.
“Paso a pasito”, “Dile adiós”, “Eddy, Eddy” y “A dónde va nuestro amor”, fueron parte de ese repertorio que enchinó la piel.
Agradeció a invitados especiales que viajaron de distintos puntos de Estados Unidos y México para acompañarla, pero también para sumarse a una noche de nostalgia.
Interpretó “Abrázame” tema que fuera apertura de la telenovela “Herencia maldita” y complació a una fanática con “Ana del aire” cantándolo a capela.
De sus baladas también interpretó “Yo que no vivo sin ti”, y aunque no fue rocanrolera siempre, deleitó con “Basurita” al estilo norteño.
Un Enrique conquistador
Con su caminar de galán muy desparpajado, y aquella seguridad blindada por una sonrisa, así salió Enrique Guzmán a ponerle la cereza en el pastel de la noche.
“Qué gusto me da cantar con mis compañeros, ver que los cuatro que quedamos todavía podemos, no sé si ustedes están de acuerdo conmigo”, dijo entre risas.
“Mi corazón canta”, “Tu cabeza en mi hombro” y “Gotas de lluvia” fueron esos temas que el papá de Alejandra Guzmán trajo al escenario.
Con más lucidez en la producción que los anteriores tres, quien naciera en Venezuela cuestionó sobre las letras de las canciones.
“A poco no, las letras de las canciones son más bonitas que las que hay ahora, aunque ahora somos felices los cuatro”, consideró mientras las risas de la audiencia fueron notorias.
Agradeció a la naturaleza haberle dado una noche con mejor clima, pues un día antes (viernes) en Mexicali hubo tanto calor, que esa noche se sintió “a toda madre”.
Sin faltar esas grandes de la época cerró con “Popotitos”, “La Plaga”, “Uno de tantos” y “Payasito”.
A detalle
-Gira: Juntos por última vez
-Cantantes: Angélica María, Enrique Guzmán, César Costa y Alberto Vázquez
-Cada uno compartió 45 minutos en el escenario
-A diferencia de otras plazas, no cantaron juntos
-Alberto Vázquez ya no utilizó el cigarro
-César Costa se burló de su estatura
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