Pide CMIC trabajar en segunda fase de desalinizadora
Tras la puesta en marcha de la desalinizadora en la ciudad, la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) de Ensenada pide empezar a gestionar los recursos necesarios para la ampliación de la primera parte, ya que las últimas estimaciones hechas por los empresarios en menos de tres años será ya urgente la segunda etapa.
César Ramos, presidente de la CMIC en la ciudad reconoció que la desalinización del agua es un proceso caro, sin embargo, es necesario por el serio déficit que tiene la población del vital líquido y deberá tener un impacto en el costo de las tarifas, mismo que hasta la fecha no tiene claro el organismo los esquemas en que se tendrán que manejar.
“El organismo encargado de la operación y suministro del agua tendrá que invertir alrededor de 20 millones de pesos en una serie de líneas de conducción a fin de asegurar un sistema de regulación derivada del agua excedente en las horas de menor consumo, las cuales calculamos en CMIC, que sería un volumen aproximado de 7 mil 200 metros cúbicos diarios”, apuntó.
El líder de los constructores hizo hincapié en que actualmente el agua que se produzca de la desalinizadora se bombeara a los tanques del Gallo, los cuales en suma alcanzan una capacidad de almacenamiento de 900 metros cúbicos, no obstante, el reto es redistribuir y almacenar el agua excedente de los periodos nocturnos al no haber demanda.
La solución es obvia, consideró, las líneas de conducción a tanques como los de Márquez de León, Gomez Morín, Puerta azul y 89, los cuales en suma tienen una capacidad del orden de 9 mil metros cúbicos, es más que suficiente para contra restar esta problemática.
“Se utilizaría esta agua para abastecer toda esa zona y el agua que actualmente la dota habría orientarla a otras zonas donde hay necesidad”, señaló.
Una vez resuelto el tema de abasto y almacenamiento, el reto seria la disposición final de las aguas residuales, mismo que trae consigo área de oportunidades, la planta de tratamiento del Naranjo tiene una capacidad de 500 litros por segundo.
“Hoy trabaja con un volumen promedio de 300 litros por segundo, que sumados al 80% de los 250 litros por segundo, pondríamos a trabajar a su capacidad máxima, no olvidemos que contamos con la planta del Gallo con una capacidad de 150 Litros por segundo y la planta del tratamiento del Sauzal con 120 litros por segundo”, explicó.
El empresario consideró que la oportunidad se presenta en dar tratamiento final a las aguas tratadas a fin de convertirlas en agua potable.
“Proponemos empezar con la planta del Sauzal, ya que es la más eficiente en su operación, requiere una inversión del orden de 100 millones de pesos para un tratamiento terciario de osmosis inversa con filtros de rayos ultravioleta a fin de garantizar la óptima calidad del agua, plata potabilizadora, línea de conducción y sistema de bombeo para el tanque del sauzal”, planteó.
Ramos García argumentó que dicho proyecto es relativamente más económico que los 400 millones de pesos que se tendría que invertir para la puesta en marcha de la segunda etapa de la desalinizadora, sin embargo esto no quita el sentido urgente de la puesta en marcha de la segunda etapa de la desalinizadora.
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