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El Imparcial / Ensenada / Contaminación marina

Identifican y buscan soluciones a las amenazas que enfrentan los mares mexicanos

El cambio climático, la sobreexplotación pesquera, la falta de atención a las especies endémicas, la contaminación marina de origen terrestre, el desarrollo mal planeado de los destinos turísticos, así como la exploración, explotación y transporte de hidrocarburos, son las grandes amenazas que enfrentan hoy en día los ecosistemas marinos mexicanos.

Esto quedó de manifiesto durante a apertura del segundo taller que organizó la Red Conacyt de Océano, Clima y Cambio Global, en donde los participantes coincidieron, en mayor o menor grado, en un solo aspecto: que la ciencia debe vincularse más estrechamente con la sociedad; debe abordar los retos que tenemos como sociedad y como país, y que lo debe hacer con un enfoque más dinámico, con inventiva y creatividad, con más dedicación a la solución de estos problemas

“Debemos buscar la salud del medio ambiente, en particular de los océanos, y esta red se aboca a identificar y resolver los problemas climáticos y del cambio global que son cruciales para el país y para el mundo”, indicó Edgar Pavía López, director de la División de Oceanología del Cicese.

Esta red temática del Conacyt la preside la Doctora Norma Patricia Muñoz Sevilla, del Instituto Politécnico Nacional, la integran unos 150 especialistas de la academia, del gobierno, del sector privado y de la sociedad civil; 136 son investigadores mexicanos provenientes de 36 instituciones de 18 estados de la república mexicana.

Cuenta además con la participación de 15 investigadores franceses de ocho instituciones y con el apoyo de la embajada de Francia en México.

Para Patricia Muñoz, abordar el tema de los mares y costas mexicanos es importante porque se trata de un tema olvidado, que no se ha tratado. Un tema en el que se hace mucha investigación en el país pero que no tiene el reconocimiento implícito de su importancia por parte del gobierno.

Puso como ejemplo la famosa Política Nacional de Mares y Costas de México, un documento aprobado en 2012 y publicado en su momento por la Semarnat, pero que nunca tuvo ningún decreto oficial por lo que, a seis años de distancia, no es más que un instrumento que no es ley ni está activo.

La red está estructurada en tres regiones: la Noroeste, que es la más poderosa hablando de investigación en temas de océanos, mares y costas. La Centro y Pacífico Sur, que ha costado mucho trabajo desarrollar porque incluye Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Michoacán, que casi no tienen recursos humanos ni instituciones académicas.

Y la del Golfo de México y Mar Caribe, una zona muy compleja, con vocación diferente y que hoy está sufriendo la llegada masiva de sargazo a sus costas, provocando enormes pérdidas económicas, daños al medio ambiente y a la salud de sus habitantes.

“Es precisamente este tipo de problemas lo que obliga a trabajar de manera colaborativa, un solo investigador no puede; una sola institución, tampoco, tenemos que recurrir la multidisciplina, a la interdisciplina, a la transdisciplina, y olvidarnos de la monodisciplina con la que hemos venido trabajando todos los investigadores en este país”, apuntó.

La Doctora dijo que esta red se ha enfocado primero en elaborar un diagnóstico de los mares y costas. Ya con él, lo siguiente es estructurar propuestas, acciones y resoluciones, y ya después se buscará el apoyo del gobierno.

Informó que Rubén Lara, del Cicese, es el responsable de conformar un grupo y el proyecto sobre acidificación de los océanos, y que esta red y el CEMIE-Océano (coordinado por la UNAM) están comprometidos a encontrar soluciones a corto, mediano y largo plazo en el problema del sargazo, para lo cual se requiere hacer investigación permanente.

Ambos temas están englobados en la problemática del cambio climático, por lo que surgió la pregunta de cuáles son, además de éste, las grandes amenazas que enfrentan los ecosistemas marinos en México.

“Una de ellas puede ser la sobreexplotación pesquera, que ha tenido una gran intensidad sobre todo en el Golfo de México. Otra es la falta de atención que han sufrido las especies endémicas, sobre todo en el Golfo de California”, señaló.

La contaminación marina es una más, ya que por lo menos 80 por ciento de esta contaminación proviene de fuentes de origen terrestre.

“Todo lo que viene de las cuencas altas de los ríos llega tarde que temprano al mar y se incorpora, de ahí la contaminación”.

Otra es el desarrollo mal planeado de las zonas costeras, cada vez se construyen más hoteles al borde de la playa, sin una planificación de dejar siempre una zona de amortiguamiento.

“Nos encanta salir de la habitación y meter un pie en el mar, este modelo es muy destructivo, ha causado grandes deforestaciones de manglares y de bosque tropical, no podemos seguir construyendo ese tipo de desarrollo, tenemos que planear”, afirmó.

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