Aprenden y emprenden

TIJUANA, B.C.- Para Cecilia Peña, Brenda Rosa les y Eva González, c omo a muchos emprendedores, la pandemia del Covid-19 las amenazó, pero también fue la oportunidad para crecer. Cecilia Peña, creadora de ‘Colectivo Virtual Fashion City’, solía vender artículos de casa en casa desde hace 15 años, pero hace dos decidió abrió su colectivo con el concepto de virtual, el cual no era reconocido en ese momento.
Cuando comenzó tenía una bodega en Plaza Patria, subía todos los productos a Facebook y realizaba las entregas en su auto; cuando llegó a los 30 emprendedores en su colectivos virtual, inauguró la tienda física.
Durante la pandemia abrió una sucursal en el Mirador, antes del confinamiento ella ya contaba con el local rentado y los muebles, por lo que concluyó continuar con su proyecto; cobró la mitad de la renta para apoyar a los emprendedores que exhiben sus productos ahí.
Otro gran paso que ha dado Cecilia Peña es el registro de su marca ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, va a comenzar a franquiciar con la finalidad de tener presencia en Tecate, Ensenada, e incluso otros estados del país.

Declaró que Colectivo Virtual es un negocio familiar, su esposo, su hi ja y una emprendedora le ayudan, además hace la nómina de los más de 100 integrantes del colectivo. “Realmente tienes que tener esa vocación y amor por tus emprendedores, amor por lo que haces, pasión, entrega y sobre todo fe en no caer y no dejarse”, finalizó.
POR LOS MATRIMONIOS
Brenda Rosales es una tijuanense que en junio del 2019 decidió emprender en el giro de las sex shop, y durante la pandemia tuvo que reinventar su negocio para continuar con sus ventas. “Creo de todo corazón que promover la intimidad ayuda a mejorar la comunicación en las relaciones y, por ende, el eslogan es ‘por más matrimonios felices’, la marca nace a partir de esa necesidad”, expresó.
Brenda dijo que con su proyecto quiere llevar la lencería de encaje y juguetes para adultos a un precio accesible y está por abrir una segunda fase, con ropa interior para el día a día. Durante la pandemia inició a hacer entregas a domicilio e introdujo un ‘picnic romántico’, un paquete que incluye lencería y botanas o tablas de quesos, fruta, carnes frías, además de una botella de vino.
Comenzó a hacer en vivo en redes sociales, implementó una página web para hacer ventas en línea, y gracias a su Face book ha podido realizar ventas a otros estados e incluso a otros países.

NUEVOS GIROS
Eva González emprendió en la venta de relicarios personalizables con dijes, hace tres años inició su proyecto ‘Mi Relicario By Eva G’, pero tomó la pandemia como un aprendizaje y ahora vende otros productos. Manifestó que desde niña vio el comercio como una forma de vida, y su negocio comenzó cuando vio los relicarios, adquirió uno para ella y vio la posibilidad de venderlos.
“Me di cuenta de la conexión tan bonita que se crea cuando las personas adquieren un relicario, como decían quiero poner a mis hijos, mi esposo, mi carrera”, mencionó. Antes de la pandemia contaba con un trabajo fijo pero lo perdió porque en la empresa ya no contaba con un espacio para ella.
“Obviamente empieza la incertidumbre, empieza el pánico, empieza el miedo, el ¿qué voy a hacer, de qué voy a vivir ahora?, pero afortunadamente sale ese líder interno, ese emprendedor”, apuntó Eva.
Recalcó que el 2020 fue uno de los mejores para ella porque ahora tiene dos emprendimientos más: vende prendas de invierno y productos de cuidado personal. Decidió integrarse al Colectivo Virtual por recomendación de una amiga y fue de las primeras emprendedoras en pertenecer a él.
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