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XXIII Ayuntamiento, ¡qué diferencia!

Si visita Palacio Municipal o la “Casa de los tijuanenses”, para realizar algún trámite, encontrará una nueva actitud en los servidores públicos, comenzando por los altos funcionarios y regidores.

Si visita Palacio Municipal o la “Casa de los tijuanenses”, para realizar algún trámite, encontrará una nueva actitud en los servidores públicos, comenzando por los altos funcionarios y regidores. En primer lugar, se quitaron las ominosas cortinas de hierro puestas por Alcalde anterior y el retén de policías a la entrada del edificio. La puerta de la sala de espera de Presidencia permanece abierta. Existe una evidente actitud en los nuevos funcionarios, de que llegan a servir y no a servirse de los puestos. Antes, para poder entrevistarse con algún funcionario pasaban semanas y a veces meses. No voy a decir que todos los funcionarios o alcaldes fueron negativos. No sería justo. Los hubo bien intencionados como el primer Alcalde panista que le llegó de rebote al puesto. Era un buen hombre, pero no tuvo la capacidad para dirigir un conflictivo cabildo. Después, llegaron al municipio, las funciones de permisos de alcoholes, placas y concesiones de rutas de transporte y otras cosas. Muchos funcionarios y regidores aprovecharon las circunstancias y se corrompieron en detrimento del servicio público y la ciudad. La delincuencia organizada y no organizada, el comercio ambulante, la venta de predios municipales y estatales a familiares y socios, la mutilación de los parques, los negocios y “las mochadas” en la adquisición de bienes y servicios, fueron las constantes de los ayuntamientos (panistas o priistas). Desde luego que hubo buenos y honrados funcionarios que serán recordados siempre y que para bien de la ciudad, algunos repiten o vuelven a sus puestos. Por lo pronto en Palacio, otros aires se respiran.

Fundación Acevedo, permanencia de un ideal

Hace poco más de dos décadas, el Lic. Conrado Acevedo Cárdenas quiso rendir un homenaje permanente a su señor padre, don Sixto Acevedo Pérez, que en vida tuvo una importante trayectoria como empresario y gerente de la Cámara de Comercio de Tijuana, una institución ligada al progreso y desarrollo de la ciudad. Creó así la “Fundación Acevedo” y con ella, para su permanencia en la comunidad, rendir anualmente homenaje, a quienes desde sus inicios forjaron las instituciones peninsulares. A lo largo de casi dos décadas la Fundación, reconoce a personajes de la más diversa índole, superando ya al centenar de homenajeados. Después de la lamentable pérdida del fundador, creímos que ese esfuerzo desaparecería, pero su ilustre viuda, la Dra. Beatriz Machado de Acevedo, sus hijos Beatriz y Conrado con la valiosa ayuda del cronista de Rosarito Mtro. Juvenal Arias, el historiador Gabriel Rivera, don Raúl Pérez (Ediciones Ilcsa) y muchos más, sostienen vigente la tradición iniciada por Conrado, como fue la última edición de forjadores del pasado 7 de octubre. ¡Felicidades!

Invitación a “Crónicas bajacalifornianas”

El jueves 17, a las 6 de la tarde, en la Sala Audiovisual del Cecut, un servidor presentará su charla Efemérides importantes de Tijuana y algunas olvidadas... le esperamos.

* El autor es catedrático de la Universidad de Tijuana, Cronista de la ciudad.

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