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Viaje a las Estrellas: Picard

Para la segunda temporada de Picard, los creadores de la serie parecen haber aprendido de los errores de la primera, aplicando acción correctiva y mejorando inmensamente el resultado.

Para la segunda temporada de Picard, los creadores de la serie parecen haber aprendido de los errores de la primera, aplicando acción correctiva y mejorando inmensamente el resultado.

La principal falla de la primera temporada fue haber tomado el formato moderno de "serialización", que convierte el programa en una especie de telenovela o película de diez horas. Algo totalmente diferente al estilo tradicional de Star Trek, historias auto conclusivas de uno o, en ocasiones muy especiales, dos episodios. El estilo serializado crea dos problemas, el primero es que el espectador debe ver toda la serie para que esta tenga sentido, el segundo es que una historia que se podía contar en menos tiempo es estirada innecesariamente creando episodios prescindibles.

Esto se podría decir de los primeros cinco episodios de dicha temporada, que se toman su tiempo para establecer personajes y brindar la exposición. El peor crimen es contar con un personaje principal (Soji), eje de toda la trama, carente de todo carisma, interpretado por una actriz (Isa Briones), no precisamente buena.

Afortunadamente, a partir del sexto episodio, el ritmo mejora y todas las piezas embonan, aunque algunas sean forzadas a tomar su lugar. La intención de la primera temporada, reclutar a la nueva tripulación de Jean-Luc Picard (Patrick Stewart), se logra, y los obstáculos para llegar al final del camino, una confrontación con el colectivo Borg y espías romulanos que quieren acabar con toda inteligencia artificial, son superados antes del emotivo cierre de temporada; la "muerte" definitiva de Data (Brent Spiner) y un cuerpo nuevo para Picard (lo cual resuelve el problema presentado por su enfermedad degenerativa establecida en el episodio final de Viaje a las Estrellas: La Nueva Generación (1994).

Corrigiendo curso, la segunda temporada inicia un año más tarde, la que parecía ser la nueva tripulación se ha desbandado y Picard está de vuelta en la tranquilidad de su chateau cuidando de sus viñedos. La calma no dura mucho, el omnipotente Q (John De Lancie), viejo y enigmático archienemigo de Picard aparece para atormentarlo de nuevo y los Borg ocasionan una disrupción temporal.

Esto lanza a Picard y compañía a una nueva versión del clásico Universo Espejo (1967) en la que una Confederación fascista domina la galaxia, subyugando civilizaciones y esclavizando a los sobrevivientes. Picard y compañía se reúnen de nuevo para corregir la falla temporal que ha creado esta pesadilla de universo. Para ello requieren utilizar a la reina Borg para viajar al pasado (presente), llegando a 2024 en busca del evento que cambió la historia.

Recopilando los mejores elementos de la historia de Viaje a las Estrellas, en un coctel de grandes éxitos que incluye, universos paralelos, los Borg, viajes en el tiempo y muy en específico las tramas de El Viaje a Casa (Leonard Nimoy, 1986) y Primer Contacto (Jonathan Frakes, 1996), los showrunners del programa mezclan y suben el nivel a 11, para iniciar la segunda temporada con un ritmo vertiginoso, y deshaciéndose de lo que no sirve (Soji, en el primer episodio).

Algunas escenas de las dos cintas mencionadas son recreadas y adaptadas al presente, con referencias inevitables que se convierten en fan service, en cómicos guiños que apelan a la nostalgia de los trekies. Personajes clásicos en nuevas/viejas versiones, como Guinan (Whoopi Goldberg/Ito Aghayere), regresan como pieza clave para resolver el desaguisado universal.

De los seis episodios transmitidos hasta el momento dos han sido dirigidos por el veterano Jonathan Frakes y dos por Lea Thompson, quien imbuye un tono obscuro, similar al de la versión alterna de 1985 de Volver al Futuro II (en la cual interpretaba múltiples versiones de Lorain Baines). En general la dirección es más uniforme y los guiones muestran gran mejoría, sobretodo en el manejo de personajes que no fueron desarrollados correctamente durante la primera temporada. El cambio beneficia específicamente a la Dra. Agnes Jurati (Alison Pill), que ahora sí es representada como una doctora y no como peso muerto en la tripulación. A Pill se la da oportunidad de brillar en el papel, que explota su vena cómica, a la vez le brinda un personaje conflictuado con posibilidad de poner la misión en peligro.

El regresar al pasado (presente) también explota la oportunidad de señalar algunos de los grandes males de la actualidad estadounidense (que no han cambiado mucho desde la serie original de los sesenta), como el racismo, la discriminación, la desigualdad económica y la inmigración.

Esta nueva encarnación de Picard (literalmente, por su cuerpo sintético) es una muy divertida e interesante serie, recomendada no sólo para trekkies, sino para todos los que se quieran aventurar a donde ningún hombre había ido antes…

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