¡Vaya ejemplo para nuestros hijos!
Primera situación: “Hijo, mañana no vas a clases, va a llover”. Cada vez que leo un anuncio de suspensión de clases por motivos climatológicos me pongo a pensar en lo que le enseñamos a un niño cuando le ponemos un pretexto como este para faltar a sus clases.
Primera situación: “Hijo, mañana no vas a clases, va a llover”. Cada vez que leo un anuncio de suspensión de clases por motivos climatológicos me pongo a pensar en lo que le enseñamos a un niño cuando le ponemos un pretexto como este para faltar a sus clases.
El motivo de alegría de la niñez por faltar a clase, contrarresta todo lo que hay que inculcarle a un infante desde el punto de vista de los valores: la responsabilidad, la perseverancia, el no procrastinar.
Sin embargo, sé que esto no es culpa ni de los papás ni del sistema escolar, sino de la deficiente infraestructura de la ciudad que no permite, en tiempos de lluvia o viento fuerte, enviar a los niños de forma segura a la escuela.
Por eso insisto tanto en lo que nos cuesta el tener una ciudad descuidada en todos los aspectos: falta de pluviales, aceras, mobiliario urbano, puentes o desniveles vehiculares y peatonales que no hace que tengamos calidad de vida.
Segunda situación: Escuché el proyecto del Consejo de Desarrollo Económico de Tijuana, CDT, para crear 12 parques municipales. La intención es una que resuelve de tajo la miseria de áreas verdes por habitante que tenemos en Tijuana. El Parque Piloto, que se construirá en la intersección de la carretera libre a Tecate y el Blvd. 2000, es una maravilla. La falta de parques hace nuestros hijos tengan que “criarse” en la calle o peor aún ¡en los centros comerciales! Estará de acuerdo conmigo que ni es educativo, ni sano, el fomentar el consumismo en la niñez porque una plaza es para ir de compras, no de paseo.
Tercera situación: Cuando se formalizó la idea de “recorrer” los días festivos a los lunes, el planteamiento era muy interesante: fomentaremos los fines de semana “largos” y se estimulará el turismo y la recreación familiar. Se evitaría el hacer los famosos “puentes”. Pues, por la pistolas del Gobierno y por lo tanto del sistema educativo ahora ¡nos tomamos el lunes y el día feriado! Vaya ejemplo que damos a la niñez y juventud: seguir buscando pretextos para no cumplir con nuestras obligaciones laborales y escolares. Ahora tenemos que aguantar las ceremonias cívicas en días hábiles (como los desfiles) y además tomarnos el fin de semana largo.
Cuarta situación: las padres de familia que hacen segunda y hasta tercera fila en las escuelas, casi siempre privadas, para entregar o recoger a los niños y jóvenes, al cabo que solo es un “momentito”. El niño aprende, desde muy chico que te puedes estacionar donde sea, pararte a media calle. Vaya ciudadanos que estamos formando con este ejemplo de irresponsabilidad.
Quinta situación: Estás en un lugar público, el chamaco haciendo un escándalo mayúsculo, ya sea por un berrinche, un verdadero enojo o simplemente porque es travieso. A ti te da igual si está incomodando a los demás, a quienes vamos a disfrutar de una buena comida, un película o un paseo. Ahí aprendemos, desde pequeños, que no importan los demás, que puedes importunar cuando quieras y que el individualismo es más importante que la comunidad. Si no me creen, busquen videos en YouTube de pleitos de los padres molestos y hasta peleándose porque alguien se atreve a regañar a sus retoños.
No tengo hijos, nunca quise tenerlos, pero ¡yo nomás digo!
* El autor es empresario, turistólogo y un enamorado de su ciudad.
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