Urbalejo premiado
Lo que nos dice la experiencia de vida que todos tenemos, sin importar nuestra procedencia o nacionalidad, es que se premia a los que hicieron algo notable y positivo, pero ese no es el caso de Javier Ignacio Urbalejo Cinco, expresidente municipal de Tecate.
Lo que nos dice la experiencia de vida que todos tenemos, sin importar nuestra procedencia o nacionalidad, es que se premia a los que hicieron algo notable y positivo, pero ese no es el caso de Javier Ignacio Urbalejo Cinco, expresidente municipal de Tecate. A él se le premió por corrupto con un puesto de segundo nivel, en el gobierno del estado. Sobre él pesa una investigación por la comisión de delitos relacionados con la administración municipal. Se presentó una denuncia de juicio político ante la XX Legislatura por peculado y enriquecimiento inexplicable e ilícito, entre otros asuntos. Lo que debió haber terminado en el inicio de una investigación formal, se convirtió en una farsa estúpida que solo cubrió a este corrupto expresidente. En el cúmulo de pruebas presentadas se demostró que las adquisiciones de Urbalejo, eran superiores en su valor en el mercado, a los ingresos que había tenido en sus tres años de gobierno.
A pesar de que existía la evidencia suficiente para, al menos, sembrar la duda y motivar a los legisladores deshonestos que lo ampararon, ni un solo paso se dio en ese sentido. En un país donde la corrupción es el manjar de los funcionarios electos y se les premia por ello, Urbalejo se dio vuelo. Esto de alguna manera es entendible porque, si se realizara una investigación de los ingresos y adquisiciones de los pasados y presentes legisladores de todos los partidos, incluidos los supuestos independientes y de izquierda, sabríamos exactamente cómo hicieron sus fortunas. El centro de la corrupción en México está en las legislaturas, y la de Baja California no es la excepción.
En ese sentido, la administración de Marina del Pilar Ávila Olmeda, actual gobernadora del estado, está traicionando
al electorado bajacaliforniano, porque en lugar de proceder a combatir la corrupción, la premia. No obstante, hay que dejarlo muy claro, sigue los pasos de Andrés Manuel López Obrador que está protegiendo, entre otros, a Carlos Romero Deschamps, líder del sindicato de petróleos mexicanos, denunciado en múltiples ocasiones por enriquecimiento ilícito, delincuencia organizada y otros delitos. A quién debería estársele siguiendo un proceso judicial encarcelado, vive tranquílamente en su casa.
Por supuesto que Urbalejo alega inocencia y honestidad, pero cuando se solicitó su declaración de ingresos y adquisiciones durante su administración municipal, se negó a proporcionarla evidenciando su culpabilidad. Ahora que está de nuevo mamando del presupuesto gubernamental, si tuviera Urbalejo una poca de dignidad, abriría sus declaraciones para limpiar su maltrecha conducta ciudadana. Mientras que siempre ha tratado de aclarar las cosas desde la tribuna de la estación de radio de su protector, Francisco Javier Fimbres Durazo, donde sus seguidores lo apoyan, nunca ha ofrecido pruebas de que lo que tiene, que ha de ser mucho, lo adquirió de manera lícita y con su esfuerzo, y no recurriendo a las finanzas gubernamentales. La gobernadora debe dar un paso atrás y desechar esta designación e iniciar una investigación concluyente, sobre la conducta de este corrupto exfuncionario. Aunque, ya sabemos que esto no sucederá por acuerdos de gobernabilidad, que les aseguran un feliz inicio de sexenio, debemos exigir que se haga justicia. Así como Urbalejo hay muchos otros exfuncionarios que viven la vida en rosa, por ser fuertes contribuidores de la corrupción, sabiendo que no se les molestará. Vale.
* El autor es licenciado en Economía con Maestría en Asuntos Internacionales por la UABC.
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