Tijuana 2.0
Hace unos días, Pepe Avelar publicó una columna con el nombre “Partamos a Tijuana en dos ó tres” y si bien no comparto el título lapidario, sí coincido en que ha llegado el momento de reflexionar sobre el rendimiento que la autoridad ha tenido para resolver (o no) los graves poblemas de nuestra cuidad.
Hace unos días, Pepe Avelar publicó una columna con el nombre “Partamos a Tijuana en dos ó tres” y si bien no comparto el título lapidario, sí coincido en que ha llegado el momento de reflexionar sobre el rendimiento que la autoridad ha tenido para resolver (o no) los graves poblemas de nuestra cuidad.
¿Ha llegado el momento de iniciar diálogos y debates formales al respecto? Yo creo que sí. Aquí algunos argumentos:
1.- El argumento poblacional. Tijuana se encuentra entre las primeras cinco ciudades con tasa de crecimiento absoluto y relativo, es líder en tasa de migración neta y el Censo del 2020 reveló que Tijuana es el municipio más poblado de todo México.
2.- El argumento morfológico. Las principales metrópolis del mundo como Londres, París, Moscú o Ciudad de México tienen un patrón de crecimiento similar al de una estrella, es decir, que se expanden en similares condiciones a los cuatro puntos cardinales: norte, sur, este y oeste. Ciudades como Tokyo, Bogotá o Los Ángeles que cuentan con uno de estos cuatro puntos limitados por la naturaleza (como el mar o una cordillera) modifican su patrón de crecimiento adaptándose, sin embargo Tijuana es de las pocas ciudades en el mundo que tiene dos barreras imposibles de conquistar: al norte con Estados Unidos y al oeste con el Océano Pacífico. Esto provoca que el crecimiento acelerado sea forzado hacia el este.
3.- El argumento geográfico: Todas las ciudades cuentan con un punto de atracción y atención como puede ser un río o un lago, como el Manzanares en Madrid, el Danubio en Budapest o el Nilo en El Cairo; y en ciudades modernas podría ser una inversión como Disney World en Orlando o infraestructura petrolera en Dubai. Nuestra ciudad tiene su centro de atracción en la frontera con San Ysidro; a partir de ahí se concibe su crecimiento, movilidad e influencia económica. ¿Dónde queda San Ysidro? En el “lejano oeste” de Tijuana.
4.- El argumento político. La gobernabilidad es un reto que toda autoridad tiene y en Tijuana resulta complicado mantener a distancia el órden social, la estabilidad institucional, la representatividad y efectividad en la toma de decisiones. Si bien existe un sistema basado en “Delegaciones”, evidentemente estas no están reaccionado ni atendiendo las necesidades básicas de su gente. El centro político y financiero de Tijuana se encuentra en la Zona Río, la gestión de los recursos se concentra ahí y es muy dificil trasladar las soluciones hacia los puntos que más lo necesitan.
Si el centro de atención es el ciudadano, entonces hay condiciones de fondo para promover el diálogo sobre si ellos, especialmente los más necesitados, merecen todo el enfoque posible para ser ayudados. La administración pasada realizó un intento por mover la sede del poder político estatal en Tijuana y no dudo que haya sido basado en lo que comento, sin embargo lo único que logró fue debilitar aquellas zonas que, mal que bien, estaban un poco más estables: en lugar de tener una fuerte y una débil, ahora tenemos dos débiles.
No es un tema de dividirnos, al contrario, es un tema de unir talento, inteligencia y creatividad para ayudar a quienes más lo necesitan, ayudar a tijuanenses de bien que llegaron a esta ciudad para una sola cosa: trabajar y salir adelante por sus familias. Creo que ellos merecen este diálogo y si el resultado es ir planeado un nuevo municipio, pues que se haga.
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