Ruido en el PAN
Entre los corrillos azules se comenta que un sentimiento de molestia, incredulidad, pero sobre todo rechazo, se gesta al interior del Partido Acción Nacional en BC...
Entre los corrillos azules se comenta que un sentimiento de molestia, incredulidad, pero sobre todo rechazo, se gesta al interior del Partido Acción Nacional en BC, esto luego de que sus dirigentes han mostrado que la carta que más impulsan para convertirse en su candidato a la gubernatura (ya sea en alianza o con el frente unido), sea un personaje que luego de servirse del PAN, les jugó las contras.
Y es que cada día son más los comentarios entre panistas de cepa que manifiestan su rechazo a que dirigentes como Enrique “Kiki” Mendez se llenen la boca de halagos a favor de Héctor Osuna Jaime, quien si bien fue alcalde del PAN hace más de 20 años, también en las última década lo único que ha dicho del partido azul son cosas negativas.
y es que en los últimos dos procesos, luego de que en 2013 le negaron la candidatura a la gubernatura, Osuna Jaime ha competido en contra del PAN.
Más allá de que muchos panistas interpretan esta afrenta de Osuna Jaime como un claro interés de “ver al panismo caer”, lo que preocupa a muchos azules es que tal parece que él ya le encontró “el negocio” a ser un candidato que pierde cada elección, pues nadie se explica el motivo por el cuál haya estado dispuesto a jugársela en dos elecciones con pocas oportunidades de ganar, pero aún así no le importe el desgaste que eso implica.
“O ya le encontró el negocio o solo es mero protagonismo, cualquiera que sea de las dos, al panismo no le beneficia respaldar a un candidato así, que no ha demostrado que su principal objetivo es ganar una elección”, se escuchó decir a un destacable panista en una charla que tuvo con sus compañeros de partido quienes acordaron que si Osuna Jaime es su abanderado, -por congruencia-, no lo apoyarían.
Sonríen para la foto
Como bien dicen en política no hay matrimonios eternos y menos divorcios que duren, por eso es común que los políticos se alaben, luego se peleen y a la vuelta de la esquina se amen de nuevo.
Tal es el caso de Fidel Mogollón Pérez, actual coordinador de Morena en Rosarito y la alcaldesa Araceli Brown Figueredo, quienes habían sostenido tremendos pleitos pues el primero de ellos hizo público su descontento, cuando Brown Figueredo salió electa como candidata y desde entonces no habían demostrado, al menos públicamente, su intención de hacer las paces, hasta hace unos días cuando sonrientes aparecieron en una foto llamando a la unidad.
Algunos auguran que se trata sólo de un disfraz, pues no ven muchas posibilidades de que en el camino no salgan a relucir sus difíciles caracteres y que las cosas, se vayan literalmente al hoyo, pues Mogollón Pérez, no da brinco sin huarache.
Morena, al igual que en los otros municipios, no ha logrado armar una real estructura de partido y mucho tienen que ver los pleitos que han sostenido aquellos que por derecho consideran que se esforzaron para crear las bases y que no fueron tomados en cuenta, como en el caso de Mogollón, quien asegura trae las cartas bajo la manga, aprovechando que la estructura del gobierno municipal no ha podido hacer “click” con la gente.
Esto apenas empieza y pareciera que detrás de las piedritas caerán grandes rocas.
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