‘Remedios de moda’
¿Qué es más terapéutico? ¿El CBD, comer caca o un viaje de alucinógenos?
¿Qué es más terapéutico? ¿El CBD, comer caca o un viaje de alucinógenos? Quiero pensar que muchos de los que amablemente leen mi columna han probado el CBD o tienen a alguien cercano que lo haya usado; que nadie come excremento, menos de otro humano y saben que los alucinógenos generan daño mental. Sin embargo, están reapareciendo en el escenario de la investigación científica seria, estudios acerca del excremento (flora intestinal), con descubrimientos sobre su influencia en la mente. Se están utilizando cápsulas de excremento humano seleccionado por su flora y selectivamente desinfectado. En la actualidad existen bancos de excremento, hay quienes viven de lo que desechan, el circuito perfecto. El donador aportará como vaca, diario, y es bien pagado. Sin embargo, lo de moda es el CBD. La realidad es que no hay evidencias científicas de sus beneficios. Un gran negocio, eso sí. En la clínica no vemos su eficacia, no lo indicamos los médicos, los pacientes se lo toman. No hemos visto nada más allá de la sugestión. El mundo se ha caracterizado por tener algún recurso de la naturaleza al que le adjudican propiedades maravillosas. Por temporadas se pone de moda algún elemento de origen botánico producto de un negocio, la venta masiva es asombrosa. La necesidad de creer en un recurso alternativo a la medicina científica hace que desesperadamente se consuma tal o cual jugo, planta, o extracto. Se activa la fe del colectivo, que hoy en día, con las redes, es un caos. El paciente psiquiátrico muy frecuentemente está tentado a tomar algo que no sea de la farmacia, las supuestas bondades del CBD para ansiedad o depresión hace que sea una tentación algo que promete ser noble, tanto que no hace nada. Tampoco podemos decir que haga daño, excepto por alejar al paciente de un tratamiento médico. Me tocó ver en los setentas experimentos con alucinógeno que se hacían en instituciones serias, muy controlados, no hubo hallazgos, recientemente aparecen recurrentes publicaciones científicas sobre el posible beneficio en la depresión. Me pregunto si el furor del Ayahuasca deja algún beneficio que no sea dinero. Ya es muy normal hablar de su consumo con propósitos terapéuticos, el Ayahuasca si es más peligrosa que benéfica, máxime en el entorno en que se vende. Mucho pensamiento mágico y una gran resistencia a las evidencias. Lo de la flora intestinal no sorprende del todo, hay un conjunto de neurotransmisores que solamente se concentran en el cerebro y el intestino. Hay más evidencias que entendimiento sobre el mecanismo de acción. De momento no es recomendable intentar ninguno de los tres recursos, es de asco, locura o tontería. Que la medicina basada en evidencias sea el faro clínico, así no erraremos.
* El autor es siquiatra y ejerce en Tijuana.
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