Relevancia de la Educación Superior para el Mercado Laboral
Durante las últimas décadas, México pasó de ser una economía relativamente cerrada a un centro de manufactura por su posición geográfica.
Durante las últimas décadas, México pasó de ser una economía relativamente cerrada a un centro de manufactura por su posición geográfica. El país presenta un problema: bajas tasas de crecimiento económico de alrededor de dos por ciento en promedio durante los últimos 30 años y el crecimiento económico será prácticamente nulo en el presente sexenio debido a la pandemia y la respuesta a la misma.
Se requiere que el país crezca su economía a una tasa de entre cinco y seis por ciento anual para poder incorporar a todos los mexicanos que entran en edad productiva al mercado laboral de la economía formal. Cuando eso no sucede la única opción es la economía informal que en nuestro país alcanza el 55 por ciento del Producto Interno Bruto (cantidad de bienes y servicios que se producen en la economía en un periodo determinado).
Si queremos cambiar estas tendencias necesitamos incrementar la productividad promedio de los mexicanos. La productividad se mide como cuánto somos capaces de producir con los factores de producción a nuestro alcance siendo estos: tierra o recursos naturales más capital y tecnología. Para que un trabajador incremente la producción en el campo tiene que pasar del arado, la yunta de bueyes y la dependencia del dios Tlaloc, al cultivo intensivo con maquinaria y/o invernaderos y para ello se requieren nuevas técnicas e ingenierías agrónomas, licenciaturas en logística y conocimientos de mercados internacionales de commoditiesy finanzas. Por ello, el papel de las Instituciones de Educación Superior resulta esencial para incrementar la productividad.
La productividad de las pequeñas y medianas empresas y la productividad laboral son bajas y existen amplias brechas de productividad entre sectores como por ejemplo el sector automotriz, aeroespacial o de dispositivos médicos y otros sectores más tradicionales como el textil o de alimentos. Dicha brecha de productividad se presenta también entre regiones a lo largo y ancho del país, es por ello, por lo que resulta fundamental un análisis de vocaciones, seguido de una política industrial por parte del gobierno para que el sector educativo complemente formando el capital humano que se requiere.
Mucho se habla de una coyuntura en la que, la guerra comercial entre Estados Unidos y China beneficiará a México, pero si no tenemos un capital humano bilingüe no podremos capitalizar esta oportunidad. La diferencia salarial entre un profesionista que domina el idioma inglés y uno que no es de casi el 40 por ciento. La industria pide ingenieros bilingües para que puedan ser promovidos, enviarlos a capacitar a otros países y adquieran herramientas que les permita incrementar la productividad de ellos y su equipo de trabajo.
En el sector turístico y de servicios como la salud o el gastronómico y de industrias creativas, resulta fundamental contar con personal de salud y administrativo que domine el inglés para atender mejor el mercado norteamericano.
Las Instituciones de Educación Superior pueden mejorar sustancialmente sus logros en el país combinando las habilidades duras o técnicas con las habilidades blandas que hagan de nuestras egresadas y egresados personas más productivas y competitivas. El aumento de la productividad y la competitividad le permitirá a México lograr mayor integración en las cadenas globales de valor y más aún aspirar al desarrollo de tecnología propia
De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, se identifica en México un desafío en la mejora en el uso de las competencias del trabajo, entre los que se encuentra el abordaje de cuestiones relativas a la sobre cualificación y la necesidad de alineación entre las competencias y el mercado laboral para evitar salarios bajos y personas con licenciatura haciendo trabajos para los que no habrían necesitado dedicar cuatro años de estudios universitarios. La educación y las competencias (como el ejemplo del idioma inglés) son los pilares sobre los que México y Baja California deben construir sus capacidades presentes y futuras. Y no olvidemos que el reto inmediato es enfrentar los efectos de la pandemia en el desarrollo y desempeño de nuestros estudiantes.
*- El autor es director de la Facultad de Contaduría y Administración de la UABC, Doctor en Economía por la UABC con maestría en Desarrollo Regional por el Colegio de la Frontera Norte.
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