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Promesa: Trabajar con los mejores

¡Qué daño nos hacen las cuotas políticas!

¡Qué daño nos hacen las cuotas políticas! Ante la evidencia histórica que da cuenta de muchos casos de cuestionamientos en el nombramiento de autoridades de gobierno, queda al descubierto lo que por mucho tiempo fueron (y son) prácticas sistemáticas de designaciones solo bajo criterios políticos y partidistas, los que a lo menos nos dejan dudas razonables respecto de mecanismos transparentes y objetivos de selección y reclutamiento.

Me hubiera encantado que, en este trámite de transición y nombramientos del actual Ayuntamiento, nos hubieran dicho el porqué de elegir a alguien para tal cargo. Hubiera estado sensacional haber impulsado mecanismos de transparencia en la designación de autoridades, donde a juicio de los siempre sospechosistas, hubo algunas designaciones más que evaluación de méritos. Un servidor, en lo personal, pidió a dos o tres altos funcionarios, sobre cuánta gente tenían, cuánta repetía de la administración pasada, y cómo los eligieron, y en ningún caso obtuve respuesta. Desde luego que me consta la idoneidad de muchos, pero de algunos quedó la incertidumbre. Va el beneficio de la duda. Con gusto mientras respondan.

Como ciudadanos podemos quizás otorgar ese beneficio de la duda, aunque vemos peligros en esa coalición de gente tanto de Morena como del PRI, principalmente, y algunos del PAN, con lo que se podría tener la prerrogativa de inclinarse por designar por cuotas. Sea como sea que se muevan, esperemos que lo hagan bien; porque si no, el cuestionamiento comenzará a instalarse cuando en la práctica, Dios no lo quiera, veamos que la idoneidad, competencias y habilidades de algunos elegidos queden en tela de juicio. Mejor hacer las cosas bien desde un principio.

El tema comenzará a ser más importante a la hora de mostrar un alto estándar de probidad, valores y principios éticos. Todos esos que han pregonado y a los que se han comprometido, como el principal capital de quienes detentarán dichas posiciones y cargos de confianza.

La vulnerabilidad de la confianza y fe de los actores políticos es quizás hoy el acto ciudadano más cuestionado. Desgraciadamente veremos aparecer a varios funcionarios que no harán caso a los principios de la Cuarta Transformación, sintiéndose protegidos con el manto de “que soy de Morena” o “amigo de Morena”, pensando tal vez que sus obligaciones no son las que le ha asignado el Estado, sino que su labor consiste en promover la ideología y a su líder.

Creo que todos deseamos que le vaya bien a este Ayuntamiento que comienza. Y por eso, deberemos todos de estar atentos para que no se les cuelen por ahí, gente cargada de mediocridad, ausencia de talento o falta de idoneidad profesional.

Si todo sale como lo prometieron y como lo esperamos, es de suponer entonces que la lección por fin fue aprendida, debiendo propiciar un sistema que permita seleccionar y mantener a los mejores en todos los cargos, estimulando la participación ciudadana, para que los ciudadanos nos sintamos estimulados a ser parte de la sangre fresca que mejore la comunidad.

* El autor es asesor administrativo, presidente de Tijuana Opina y coordinador de Tijuana en Movimiento.

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