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Presupuesto 2024, mayor deuda pública

“Si el dinero va delante, todos los caminos se abren.”William Shakespeare

Apenas este lunes se aprobó en la Cámara de Diputados, el presupuesto de la federación para el 2024, el cual, contempla un monto de 9 billones de pesos.

Lo que resulta preocupante es el hecho de que se plantea un déficit de 1.9 billones de pesos, que se cubrirá mediante deuda pública, contrario a lo prometido por el presidente López Obrador de que no aumentaría la deuda pública, sin embargo este monto representa un 38% de aumento de deuda comparado con el año anterior y que equivale al 4.9% del Producto Interno Bruto, que es el más alto desde 1989.

El presidente, a su estilo, justificó los montos, argumentando que el dinero que se regala a adultos mayores, subirá de 4,800 pesos bimestrales a 6,000 pesos y que el monto total del gasto social será de casi 4.4 billones de pesos. ¡De 9 billones, prácticamente la mitad se va en gasto social!

Considero que no es malo apoyar a las familias más desprotegidas, sin embargo, lo ideal es que las ayudas generen un grado de bienestar que les permitan ir saliendo de esa condición de pobreza, por lo que regalar dinero por sí mismo, en nada ayuda a las personas a cambiar su nivel de vida si esto no va aparejado de herramientas que les ayuden a bastarse por sí mismos.

Según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) del INEGI, publicada hace un par de meses, de las más de 15.4 millones de familias en el país que tuvieron dificultades para satisfacer sus necesidades alimentarias el año pasado, 959,608 tuvieron que pedir limosna, mandaron a trabajar a los niños o recurrieron a prácticas socialmente no aceptadas con tal de comer, siendo los estados de México, Veracruz, Jalisco, Guanajuato y Puebla, donde más mexicanos tuvieron que recurrir a estas prácticas para subsistir.

Pero más preocupante es el hecho de según esta misma encuesta, en el 2022, 4.42 millones de mexicanos sintió hambre y no comió, mientras que 3.19 millones de adultos comió sólo una vez al día o dejó de comer todo un día, de acuerdo con los datos de la ENIGH de INEGI

Traigo a colación estos datos, pues es importante analizar si estos apoyos mejoran realmente la capacidad, independencia y el desarrollo de los menos favorecidos o si, por el contrario, los hace más dependientes, con menos incentivos para ser emprendedores y responsables de sí mismos y de sus familias. Cada vez son más aquéllos que preferirían vivir de donaciones y de los llamados “apoyos” permanentes del gobierno, ahora que están plenamente convencidos de que estos dones permanentes vitalicios, de vivienda, de alimento, de estudios y hasta de diversión, son su derecho y que lo deben de exigir.

Conceder ayudas vitalicias a cada una de las necesidades conocidas como desempleo, madres solteras, adultos mayores¬¬¬¬¬¬¬, etc. fomenta un país de minusválidos permanentes. En algunos países se da el caso de que, cuando se juntan las pensiones de desempleo de dos en la familia, reciben mayores recursos que si consiguieran trabajo o buscaran autoempleo.

Tristemente, los apoyos sociales suelen ser una especie de: “te doy para que me des”, o “te quito si no me das” y los destinatarios terminan por exigir un subsidio que por naturaleza debe ser solo temporal y aplicado para aprender a pescar y nunca para dar de comer.

Por ello preocupa un presupuesto deficitario que casi destina la mitad de los recursos a “gasto social” y que además, no resuelve la situación de pobreza.

*- El autor es asesor empresarial en cabildeo.

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