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Nuestro turno

“El voto es más fuerte que una bala”Abraham Lincoln

De acuerdo a INEGI, seremos 2,739,164 bajacalifornianos los que tendremos la oportunidad, este 6 de junio, de votar y elegir a nuestros representantes para las alcaldías de los cinco municipios, gubernatura, y congreso federal y estatal. Estos son 189 mil ciudadanos más comparado a la elección del 2018, la mayoría de ellos jóvenes que deberán estar votando por primera vez.

Desafortunadamente, al igual que durante la elección del 2019, hoy Baja California vive una crisis de gobernabilidad. Solo nuestro voto podrá cambiar nuestro estado. Inseguridad, corrupción, educación deficiente, caos vial, transporte ineficiente y falta de obra e infraestructura parecieran seguir siendo los grandes temas pendientes, que desafortunadamente siguen no solo posponiéndose, sino empeorándose.

Todos los partidos nos han fallado, generando desilusión y la consecuente apatía de la sociedad, convirtiéndose en un círculo vicioso que da como resultado los gobiernos que tenemos. Consecuentemente, las urnas electorales son la única manera, pacífica y legal, en que los ciudadanos podemos expresar las inconformidades que tenemos.

Dejémonos de lamentar en las redes sociales o pláticas de café, los ciudadanos estamos obligados a hacer una reflexión sobre las características de cada candidato, y lo que mejor le conviene a nuestro estado.

¿Qué candidatas o candidatos entienden mejor la problemática del país, el estado y los municipios? ¿Quién ha desarrollado las mejores propuestas? ¿Quién tiene mejores credenciales en términos de transparencia, honestidad y ética?

Necesitamos escoger a aquellos que se hayan comprometido a combatir frontalmente la inseguridad, la corrupción, el desarrollo democrático y el bienestar social para todos los bajacalifornianos, fortaleciendo nuestras todavía débiles instituciones democráticas.

Adicionalmente, todo gobernante necesita contrapesos dentro de los distintos poderes de gobierno, donde desafortunadamente el contrapeso ciudadano no es suficiente. Consecuentemente, votar todo a favor de un partido elimina claramente este objetivo.

Está muy claro, y sin ninguna excepción, que en su inmensa mayoría los diputados de elección popular votan de acuerdo a los criterios y conveniencias que les dictan sus partidos, sin importarles los intereses ciudadanos. Votar todo a favor de un partido es como entregar un cheque en blanco del futuro tuyo y de tu familia.

A través del voto, debemos expresar esa indignación en contra de funcionarios que con cada vez más cinismo y menos escrúpulos lucran con nuestros impuestos, repartidos a través de componendas entre un pequeño círculo de poder.

En la medida que los ciudadanos salgamos a votar, es en la medida que los partidos enviaran cada vez mejores candidatos, generando ese temor y respeto al sufragio de cada uno de nosotros.

El domingo se tendrá la oportunidad de actuar contra todo en lo que nos hemos sentido defraudados, por padecerlo de manera directa o indirecta, por las promesas incumplidas de los gobiernos; refrendando un voto de confianza al partido en el poder o dándole una segunda oportunidad a la oposición, que tuvieron su oportunidad de gobernar y la desperdiciaron miserablemente.

Más allá de quien esté en los cargos, tenemos que recordar que el país y el estado vive por lo que hacemos nosotros los ciudadanos, no los gobiernos. Consecuentemente, hay que dar la pelea hasta por todas las acciones de gobierno, aun aquellas que parecieran no tener importancia.

En este sentido tiene que ir nuestro voto. Analicemos, participemos, exijamos, pero sobre todo, votemos este domingo.

*- El autor es Presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública del Estado.

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