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Nostalgia

En memoria del querido y genial columnista Antonio Medina, amigo, compañero de lucha, caballero, excelente persona.

En memoria del querido y genial columnista Antonio Medina, amigo, compañero de lucha, caballero, excelente persona. Pienso te hubiera gustado, allí va. Me conmueve ver jóvenes treintañeros con nostalgia. Aquellos que formaron su manera de pensar en los noventas, un mundo anterior. Las fantasías de un cambio radical con un nuevo milenio han resultado ciertas, no por las catástrofes clásicas hechas realidad sino por sucesos que cambiaron mucho la forma de vivir y pensar. Si hubiera que fechar el comienzo de esa metamorfosis cultural sería con el atentado a las Torres Gemelas. En nuestra región es también un asunto de este siglo la criminalidad tan grave, recientemente se agrega la pandemia y hasta la guerra ruso ucraniana. Cambios de paradigma que hace que la mayoría de los mayores de treinta años tengamos cierta nostalgia por los noventa, o más allá. Desde los viejos “baby boomers” hasta la generación “Y” vemos con nostalgia todo aquello previo al cambio. Jóvenes que entraron masivamente a internet cuando ya estaban por entrar a la adolescencia, muy distinto a los que nacen en un mundo inundado del mundo virtual. La televisión con sus videocasetes era lo más virtual, claro que iniciaban elementales juegos tipo Game Boy. En memes, en las plataformas de streaming vemos como abundan las referencias a la época, Bob Esponja es un buen ejemplo.

Los noventas no fueron maravillosos, pero aún existía algo de aventura en lo real, el fabuloso internet y sus benditas redes sociales cambiaron radicalmente las reglas del juego. El hip-hop de los ochenta floreció en los noventa y cambió el escenario musical, la nostalgia musical suele irse un poco más lejos. Me sorprende escuchar a jóvenes músicos que saben mucho del rock de los sesenta y setenta, en la música el declive fue prematuro, en los ochenta. El concepto nostalgia surgió de la añoranza del hogar en soldados y migrantes, allí se acuñó a finales del siglo XVII, muchos años quedó como un eterno retorno al pasado, la nostalgia tenía algo de suave y no sustituía el aquí y ahora. Somos cada uno nostalgia, memoria; evocación de escenas, objetos y personas perdidas en el tiempo, sin duda. Pero hay una nostalgia colectiva específica a los noventa que marca a los sobrevivientes de la era pre-internet, una sensación de seguridad que el mundo no ha vuelto a conocer ni conocerá, los que crecieron en este siglo no saben lo que es estar libre de criminalidad y amenazas globales. La crisis la tienen los que crecieron con promesas de un futuro con desarrollo y recursos, ahora se refugian en la nostalgia ante un futuro escaso de posibilidades. No me queda claro si los veinteañeros se percatan de esto.

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