Nosotros Dir. Jordan Peele
Dependiendo de las expectativas ante una segunda dosis de la mordaz sátira social de Jordan Peele, que después de ¡Huye! (2017) son bastantes altas, Nosotros podría parecer decepcionante.
Dependiendo de las expectativas ante una segunda dosis de la mordaz sátira social de Jordan Peele, que después de ¡Huye! (2017) son bastantes altas, Nosotros podría parecer decepcionante.
El comentario de Peele en esta ocasión resulta ser menos evidente, oculto tras un disfraz más elaborado, y la aparente sencillez de su utilización de los tropos del género, que le permite adentrarse más profundamente en el análisis de las disparidades socioculturales de su país.
La cinta abre con un texto que informa sobre la existencia de túneles con miles de kilómetros de extensión bajo la superficie de los Estados Unidos, los cuales no tienen ningún propósito aparente. El prólogo que sigue se desarrolla en la playa de Santa Cruz en 1986, donde una pequeña niña pasea en un parque de diversiones con su familia, se interna en una casa de espejos, que presagia con su anuncio exterior, una búsqueda interior. Ahí, la pequeña se encuentra con lo que parecería ser su reflejo pero en realidad es mucho más que eso.
La acción salta al presente donde reencontramos a la pequeña Adelaide, ahora una madre (Lupita Nyong’o), con su esposo e hijos, manejando rumbo a su casa de campo. Esta escena, que nos refiere al inicio de El Resplandor (Stanley Kubrick, 1980), es solo la primera de varias ocasiones en que Peele aprovecha, como lo hizo en ¡Huye!, para llamar la atención a sus influencias directas y las intenciones reales detrás de este relato de sustitución y posesión.
La familia Wilson es sin duda pudiente y educada, y basándose en estereotipos de raza, políticamente incorrectos, se podría decir que lleva un estilo de vida tan absolutamente “blanco”, que incluso raya en la parodia. Por lo que Gabe (Winston Duke), esposo de Adelaide, intenta seguir el paso de su amigo Josh blanco (y familia), en la situación económica y de posesión de bienes.
La noche de su llegada a la casa vacacional, los Wilson son sorprendidos por la aparición de una espectral y amenazadora familia afuera de su casa que rápidamente invade su hogar, revelando ser sus doppelgängers (dobles opuestos) dispuestos a acabar con ellos. Las retorcidas versiones de ellos, con sus rostros distorsionados y ojos desorbitados, proyectan aspectos del subconsciente e inconsciente que más adelante revelarán mayores secretos.
A través de esta historia, común dentro del género, allanamiento de morada/invasión zombi, Peele intenta comunicar algo mucho más perturbador que habita debajo de la construcción de su país. Su ambición narrativa es mucho mayor en esta ocasión y sus imágenes están repletas de simbolismo.
Para establecer su mitología utiliza piezas de cultura popular que establecen la creación de mitos y creencias. Es de particular importancia el suceso de los ochenta llamado Hands Across America (manos a través de Estados Unidos), en que 6.5 millones de personas se tomaron de las manos para recabar fondos para los pobres, y que marcó la consciencia de Adelaide y su doble, Red, lo suficiente como para desatar los eventos en la cinta y su conclusión.
Nosotros, cuyo título en inglés, “Us”, sirve como un juego de palabras para interpretar U.S. (Estados Unidos), muestra de forma muy sutil esa perturbadora presencia de lo que no se acepta y se mantiene escondido bajo las sombras. Lo que no es agradable y está mejor mantener oculto y olvidado. La historia doble de un país cuyos tenebrosos personajes confiesan al momento de ser cuestionados sobre lo que son, “Somos americanos”, “Somos humanos, exactamente como ustedes”, revelando el lado obscuro y las máscaras de una sociedad que no es del todo sana.
“He aquí, traigo sobre ellos una calamidad de la que no podrán escapar; aunque clamen a mí, no los escucharé” – Jeremías 11:11
*El autor es editor y escritor en Sadhaka Studio.
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