Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas / Columna Tijuana

No te preocupes cariño

Dirección: Olivia Wilde

Entre rumores de inconformidades y desacuerdos entre la directora y su estrella, se estrenó durante el festival de Cannes la nueva cinta de Olivia Wilde, mientras Florence Pugh se ausentó de la promoción (justificado oficialmente por su participación en la segunda parte de Dune).

Después de su muy divertido debut, Booksmart (La noche de las nerds), una especie de Superbad femenina y feminista, Wilde continúa con su discurso pero en tono serio, en forma de drama de terror / ciencia ficción.

El pequeño pueblo de Victory, en medio del desierto californiano, durante los años cincuenta, es una utópica comunidad que ha sido fundada por un carismático empresario, para conducir a sus habitantes a un futuro perfecto. Los hombres trabajan todo el día en el proyecto secreto, Victory, mientras sus mujeres se dedican a mantener los hogares resplandecientes y disfrutar el resto del día haciendo compras, tomando clases de ballet y relajándose frente a sus jardines y albercas. Cual impecable retrato de las mujeres de Stepford.

Todo parece perfecto. Frank (Chris Pine) es el líder ideal, ufanándose de los logros y metas de su comunidad en cada oportunidad. Sus empleados lo adoran como si de un dios, que los guía hacia la luz, se tratase.

Alice (Florence Pugh), una de las mujeres de la comunidad, comienza a detectar que suceden cosas que se salen de los parámetros de felicidad establecidos. Se percata que una vecina presenta síntomas de depresión y de abuso por parte de su marido. Simultáneamente, inicia a tener recuerdos difusos, de eventos que no puede identificar, centelleando por su mente una y otra vez.

Esto la lleva a cuestionar lo que realmente sucede en Victory. ¿De qué se trata el proyecto secreto que ocasiona temblores y estruendos? ¿Qué es lo que hacen los hombres en las oficinas centrales?

La trama de la cinta no es muy novedosa y Wilde (que también tiene un papel como una de las mujeres de la comunidad) se toma demasiado tiempo para llegar a su punto, el cual no deja de ser importante.

Detrás del secreto de Victory y su adorado líder/gurú, existe una larga historia de masculinidad tóxica que, en las idealizadas versiones del mundo de los cincuenta, no era identificada, pero que siempre ha existido al centro de las sociedades, desde tiempos inmemoriales, como un virus endémico que ya no se registra. Por esto, en los últimos años, en que esta plaga ha sido identificada y señalada, la reacción general de los hombres (que se sienten aludidos) es violentamente defensiva.

El tópico es importante y desgraciadamente siempre es de actualidad, sin embargo la forma en que Wilde lo aborda y resuelve no aporta algo nuevo, sólo termina siendo una olvidable amalgama de tropos mejor elaborados en previas obras (Get Out, Las mujeres de Stepford, Matrix).

Para una mejor interpretación del mismo mensaje, Hombres de Alex Garland, plasma un retrato impactante y brutalmente directo de la insidiosa y perversa naturaleza que domina al género masculino.

En esta nota