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No hay seriedad política

Nadie duda que los políticos son una especie (¿o se diría subespecie?) humana en franca decadencia y con una falta de prestigio impresionante para la labor tan importante que desarrollan.

Nadie duda que los políticos son una especie (¿o se diría subespecie?) humana en franca decadencia y con una falta de prestigio impresionante para la labor tan importante que desarrollan.

Yo no sé si es porque estoy muy atento a lo que sucede a mi alrededor o es perceptible por todos, pero noto una degradación de la actividad política donde ni las formas ni el fondo son tomados en cuenta para proponer un mejor futuro para las comunidades.

Aquí lo que priva son los intereses particulares que son los que mueven a las personas en la política y no lo que se supondría es el bien superior, el bien de las ciudades y sus ciudadanos.

Llega un nuevo alcalde, un nuevo funcionario, un nuevo gobernador y de entrada, a tirar a la basura todo lo hecho por el antecesor. "El Estado soy yo" dicen que dijo Luis XIV, Rey de Francia, para enfatizar la monarquía absoluta con la que gobernó durante 72 años. Solo que aquí tenemos un "pequeño" detalle: hoy los gobernantes lo son por periodos de 3, 6 años en México y 4 años en muchas partes del mundo con derecho, algunos, a reelección.

De escuchar los gritos y sombrerazos del Presidente Trump alegando "fraude de estado" en su reelección, que todo indica que perdió, a los pleitos personales entre nuestro Gobernador y el Alcalde de Tijuana, a todos se le olvida que son finitos, que su "reinado" durará 4 y 2 años y sanseacabó.

Nadie está pensando mas allá de su poder. Ninguna propuesta importa si no es para cumplir sus caprichos o lo que ellos creen que es bueno en el momento y se les olvida que somos muchos los que nos quedamos a vivir con las consecuencias de decisiones pequeñitas, sin mayor alcance.

Ya no hay estadistas. No tenemos gente gobernando con visión de largo plazo. Todo se ha vuelto la inmediatez, la siguiente elección, la popularidad momentánea y poco lo que vamos a dejar a las siguientes generaciones.

Platicaba en mi programa de televisión con un funcionario sobre lo que se está haciendo en este gobierno federal con miras al futuro y me sorprendía su absoluta convicción de lo que están haciendo, incluyendo intentar borrar todas las decisiones anteriores, pero me puse a pensar a qué costo para los grupos intermedios, la mayoría en contra de esas políticas públicas actuales.

Sólo el tiempo dará la razón a quien la tenga, pero sigo pensando que el pragmatismo político es lo mejor para la toma de decisiones. Seguir usando la geometría de derechas e izquierdas o el “si no estás conmigo estás contra mi”, no nos va a llevar a ningún lado.

Tenemos otro ejemplo en la mal llamada oposición. Ahí, no veo seriedad si no intereses políticos personales moviéndose y el primer signo de ello será que no habrá una alianza opositora al gobierno actual en la siguiente elección sino una mini alianza y algunos partidos que postularán a sus candidatos y todo porque no les “alcanzan” los puestos en juego y van a terminar con menos posiciones de las que esperan.

También de (mal) ejemplo tenemos a Morena, el muy seguramente ganador de la elección 2021, tirándose internamente hasta con la cubeta en campañas negras y no tan negras, buscando descalificarse entre ellos y dejando de construir una alternativa política que, a como van, pronto dejará de serlo.

El punto es que no hay a quien irle. Para mí, no hay seriedad política. ¿o cómo la ven?

* El autor es empresario, turistólogo y un enamorado de su ciudad.

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