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Muro psicológico

Trump vino a firmar un poste del muro en Otay Mesa, como un artista que acredita su obra. Declara es impenetrable, no quiero pensar qué dirá cuando el ingenio mexicano diseñe técnicas para cruzarlo por arriba, por abajo siempre existirán los túneles.

Trump vino a firmar un poste del muro en Otay Mesa, como un artista que acredita su obra. Declara es impenetrable, no quiero pensar qué dirá cuando el ingenio mexicano diseñe técnicas para cruzarlo por arriba, por abajo siempre existirán los túneles. Imagino hasta una tentación local a escalarlo, Trump es muy retador cuando lo declara impenetrable. Su estilo de relacionarse con el otro es de continua amenaza y oferta de negociación, una extorsión política. México inevitablemente seguirá recibiendo de él olas de forzados elogios y graves amenazas. Tuvimos que ceder en derechos humanos a los migrantes para salvar su primera extorsión arancelaria. Ahora aflora una nueva amenaza, someternos a un 5% en aranceles para que de allí se pague el muro y finalmente cumpla su promesa de que México lo pagaría. Viene la campaña y no sabemos hasta donde pueda llegar, el más próximo y débil siempre será el más afectado por las amenazas. Se adjudica el papel de juzgarnos desde la posición del amo, decidirá si cumplimos suficientemente o no. Un gran logro del gobierno ha sido la inteligencia para sortear las agresiones, al no caer en provocaciones o patrioterismos frente al hostil gobierno de Trump. La frontera Norte es el borde de fricción, por el intercambio, y una política de excepción para esta franja fronteriza es urgente, retornar a una auténtica zona libre y poder competir con EUA. Tijuana en particular se ha vuelto el icono de esta frontera, la imagen del muro entrando al mar circula constantemente alrededor del mundo. El muro cambió la mirada de Tijuana hacia el Sur. Muchos más se preocupan por lo que sucede a nivel nacional o lo que AMLO diga, dejamos de estar lejos del centro, para bien y para mal. Nuestra identidad fronteriza la tenemos que defender, argumentar nuestras necesidades y circunstancias particulares. Hasta hace poco era común ir a comprar alimentos a San Diego y los americanos venir a su aventura en Baja. Ahora resultamos mutuamente hostiles, la violencia y pobreza de nuestro lado y allá la represión al tijuanense circulando en California visto como un intruso. El muro es más simbólico que material, más impacta la restricción de cruce por las puertas que la contención del muro. El muro psicológico a la comunicación e intercambio entre nuestros pueblos ha venido a destrozar lo que era una amable y agradable vecindad. La frontera es cada vez más mexicana y menos mexicanoamericana como corresponde dada su realidad geográfica. En nuestro circular por la ciudad, el muro es parte del paisaje urbano, así como las enormes caravanas de autos y personas para cruzar. Es bien sabido que existe la tecnología para hacer una frontera ágil y permeable. Se trata de hacérnosla difícil.


* El autor es siquiatra y ejerce en Tijuana.

 

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