Mujeres guerreras
Para los que nacimos hace más de medio siglo, se nos ha hecho difícil entender a la mujer actual, con sus exigencias más que justificadas, y su derecho de igualdad y su equidad de género.
Para los que nacimos hace más de medio siglo, se nos ha hecho difícil entender a la mujer actual, con sus exigencias más que justificadas, y su derecho de igualdad y su equidad de género. Unos estamos en el proceso de reeducación, y otros siguen en la misoginia a tope. Los que nacieron de medio siglo para acá, ya están más hechos a esa costumbre moderna del trato igualitario que se merecen las damas.
Y bueno, en esas estamos, pero de repente nos descontrolan un poco a los que nos tardamos en entender, con ciertas acciones que hacen. Por ejemplo, sabemos que piden igualdad en los trabajos, pero no veo que la exijan en todos. Son bravas para luchar por igualdad de puestos en las candidaturas políticas y en los mandos de la función pública, pero no veo que pidan ser panaderos o electricistas o albañiles o maestras o choferes de autobuses. Están ya muy capaces para las direcciones generales de las altas empresas, pero no veo esa misma lucha para ser ensambladoras o conserjes o elevadoristas. Por supuesto que lo que han logrado y en los sectores que lo han logrado, es más que merecido, pero no deja de llamar la atención de que la lucha varía según el trabajo y la paga. Ha de haber motivos socioeconómicos y de idiosincrasia para ello, que sería interesante averiguar.
Otro punto lo veo ahora que tomó posesión como alcaldesa de Tijuana, la suplente del alcalde que pidió licencia, Yo creí que se iban a desbordar las felicitaciones por todos los medios, especialmente en las redes sociales, de todos los grupos de mujeres, para aplaudir que ya hubiera la primera dama al mando de Tijuana, y no pasó nada. ¿Por qué todas esas damas guerreras, capaces, valientes y modernas, ahora no se aplauden para festejar que ya una mujer ocupa la primera banca del Cabildo? Me temo que es porque esa unidad femenina termina cuando se meten los intereses políticos, simple y sencillamente porque una guerrera, la que llegó a la alcaldía, es de un partido político; y las otras guerreras, son de otro partido político. Es decir, me temo que la unidad y fraternidad femenina, en ciertos casos, termina cuando de ideologías políticas se trata.
¿Y qué decir de la coalición que se está armando y en lugar de ver que dama de dentro de sus filas eligen para la gubernatura, se van a buscarla afuera de sus filas? ¿Y qué decimos de las damas partidistas que no levantan la mano para repelar como verdaderas guerreras, por qué sus jefes buscan gente afuera de sus partidos, en lugar de postularlas a ellas? Desde luego que no tengo mucha capacidad de entendimiento para esto, y las damas habrán de perdonarme. Pero de que alguien las sigue coartando, como en estos casos, hay alguien. Creo que es hora de que en serio, todas, muestren lo guerreras que son. Sin pretextos ni división por partidos políticos. ¡Creo! Yo respeto a todas.
*El autor es consultor en participación ciudadana, desarrollo social y cultura de la legalidad.
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