Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas / Columna Tijuana

“Muere el designado”

“El Bateador Designado puede ser utilizado defensivamente y continuar bateando en el mismo lugar del orden al bate, pero el pitcher entonces deberá batear en lugar del jugador defensivo a quien se sustituyó”

“El Bateador Designado puede ser utilizado defensivamente y continuar bateando en el mismo lugar del orden al bate, pero el pitcher entonces deberá batear en lugar del jugador defensivo a quien se sustituyó”.

Eso fue precisamente lo que ocurrió el domingo en el juego de Toros de Tijuana y que nos dio el “privilegio” de ver batear a tres pitchers del conjunto fronterizo en medio de los playoffs.

La regla puede llegar a ser confusa, pero yo le transcribí –bueno, fue copiar y pegar- el párrafo exacto para que no quede duda. Resulta que el domingo en el segundo juego de la serie entre Toros y Rieleros que se desarrolló en el estadio Chevron, ocurrió una aparatosa colisión entre los jardineros Leandro Castro y Junior Lake, ambos del equipo local. De la jugada Lake salió con una pequeña herida en uno de sus dedos y tuvo que salir del juego en plena quinta entrada. El principal problema de Toros que hizo que se sacrificara al bateador designado fue lo limitado del roster en el lado ofensivo por lesiones y protocolos Covid, así que el único jugador disponible en la banca era Marco Chihuate y el manejador Homar Rojas decidió no utilizarlo y sacrificó la figura del bateador designado, debido a que si ocurría otra lesión en el juego ya no podría sustituir con algún jugador de posición y más importante es que Chicuate era el único que puede entrar por el receptor.

Pero bueno, Chihuate no entró y los movimientos que hizo Homar Rojas fueron primero enviar a su jardinero derecho, Peter O’Brien, al prado central a ocupar el lugar que dejó Lake. Luego pasó a su primera base Efrén Navarro a la estepa de la derecha a cubrir el movimiento de O’Brien y luego “mató” la figura del bateador designado al enviar a Jimmy Paredes, quien estaba como designado, a cubrir una posición defensiva, en este caso la primera base.

Ante esta situación, Jesús Pirela, quien era el lanzador en turno, pasó a ocupar el lugar de Junior Lake en el orden al bat y para su buena -o mala- suerte, el derecho nacionalizado mexicano fue el primero en tomar turno con el madero al cerrarse ese accidentado quinto capítulo.

A punto estuvo Pirela de apuntarse su primer hit en la LMB, ya que hizo un buen contacto pero su batazo fue una línea a la posición defensiva que ocupaba el tercera base.

Más adelante también cargó el bat el serpentinero Josh Corrales y su turno fue algo especial porque cumplió con el sueño de pararse a batear en el mismo lugar en el que lo hizo su padre hace alrededor de cuarenta años cuando jugaba con Ponys de Tijuana en la Liga Norte de México. Y ya en la octava tanda Micael Tonkin hizo lo propio pero no pudo terminar su turno, ya que José Guadalupe Chávez intentó robarse el pentágono. Hablando de “robos” el domingo también pudimos ser testigos de la viveza de Junior Lake, quien se estafó el pentágono, en una jugada vistosa que le dio la ventaja a Toros de Tijuana.

Los locales que ahora dirige Homar Rojas dividieron honores en los primeros dos choques de la primera etapa de postemporada. La serie es a ganar cuatro de siete posibles.

En 2017 Toros de Tijuana fue campeón y en el primer playoffs también dividieron en los dos primeros compromisos que tuvieron como sede el estadio del Cerro Colorado.

Homar Rojas también estuvo involucrado en esa serie ya que fue el manejador de Rieleros de Aguascalientes. Toros ganaron la serie cuatro juegos a dos. Cuídese mucho.

Es martes. Que le vaya bien. Nos vemos en la parte alta del estadio Chevron SDQ Goodbye Horses….!!!

Sigue nuestro canal de WhatsApp

Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí

Temas relacionados