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¿Mucho que festejar?

Somos lo que hacemos

Septiembre es el mes de los festejos patrios, el de sentirnos más mexicanos que nunca; lo gritamos en las plazas y zócalos, es el mes en el que sentimos a flor de piel lo chingón que es haber nacido en esta tierra; por lo mismo es obligado reflexionar ¿Cómo estamos?, ¿Cuál es nuestra realidad?

Durante el pasado julio el gobierno federal erogó un cantidad mayor por concepto del pago de intereses de la deuda que lo invertido en la obra pública en el país, es esta la verdadera dimensión de nuestra desgracia, un gobierno que abandonó la obra que detona oportunidades de crecimiento, el presidente presume la tecnología del “trapiche” para producir manualmente un pinche vaso de jugo de caña de azúcar, pero le impide al país la generación de energías limpias a bajo costo con tecnología de última generación, todo, producto de su corta cosmovisión, la del México de los años setenta en los que el gobierno ejercía la rectoría de la economía, un modelo cerrado con escaso comercio exterior y con un férreo control político nacional; basta recordar los liderazgos de la CTM a través de Fidel Velásquez, de los maestros a través de Carlos Jonguitud Barrios, de los mineros por Napoleón González, de PEMEX por la Quina; por ello hoy los Bartletts en el gabinete, por ello el modelo cerrado y antidemocrático de MORENA, por lo mismo su insistencia en revivir un sindicalismo anacrónico pero con alta rentabilidad política, ¡Al diablo al país!, que se jodan los niños mexicanos que serán condenados a ser mano de obra sin valor agregado mientras que sus “maistros” toman carreteras y las vías de ferrocarril en vez de tomar el salón de clases en favor de nuestros niños y su futuro.

La inflación este año será posiblemente superior al 10%, algo no visto en los últimos 25 años, la pobreza creció casi 5 millones de mexicanos que, aunque reciban un bono del gobierno perdieron apoyos directos en educación, escuelas de tiempo completo y en salud, a través del Seguro Popular; hoy se ha vuelto a lucrar con la miseria de muchos en favor de la incapacidad política de unos cuantos, cuidado, nuestro estado no es la excepción.

Nuestras débiles instituciones han sido sistemáticamente atacadas por López Obrador en beneficio de su proyecto político, por ello el desmantelamiento de los órganos internos de control, por ello su insistencia de ahogar al INE, por lo mismo su estúpida lógica de “no me vengan que la ley es la ley”, por lo mismo no le importa socavar nuestro estado de derecho sin meditar de forma alguna en el profundo daño que esto le produce a nuestro país.

Debemos de demandarle a nuestra gobernadora que actúe en beneficio de nuestra gente exigiéndole a nuestros diputados federales sean verdaderos representantes, no de MORENA, sino de nosotros, los bajacalifornianos que demandamos no una reforma energética populista, sino mejores fuentes de generación; no la militarización de la seguridad pública sino el fortalecimiento de nuestras policías y por ende de mayores recursos para su capacitación y equipamiento.

Si queremos un estado exitoso requerimos forzosamente de gobernantes con independencia, no los tuvimos en el caso de la consulta de la Constellation; la pregunta es, si quienes no lo fueron en aquellos momentos, tampoco los tuvimos con la ley Bonilla, ¿Los tendremos ahora? *- El autor es empresario, ex Presidente de Coparmex Mexicali

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