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Mi reconocimiento para el sector gastronómico de BC

En esta columna, querido lector, la última del año, quiero reconocer la resiliencia, la solidaridad, el compromiso y la reponsabilidad que el sector gastronómico de Baja California ha mostrado durante este 2020 tan atípico.

En esta columna, querido lector, la última del año, quiero reconocer la resiliencia, la solidaridad, el compromiso y la reponsabilidad que el sector gastronómico de Baja California ha mostrado durante este 2020 tan atípico.

Parecería que fue un año perdido en muchos sentidos, sin embargo, creo firmemente que fue solo una pausa en el camino; una pausa necesaria para detenernos a reflexionar sobre lo verdaderamente valioso e importante en nuestras vidas. Sé que muchos pasaron por momentos muy difìciles en cuestiones de salud y hasta de fallecimientos de familiares o personas cercanas. Mis condolencias para todos ustedes.

Pero ante las calamidades que pudimos enfrentar a lo largo de estos meses de contingencia sanitaria, hay algo que me tiene sumamente contento y que me hace sentir orgulloso, y es el hecho de que la industria gastronómica del estado supo sacar la casta para tratar de conservar tanto sus negocios como los empleos, porque la pandemia no solo bha sido de salud, sino también económica.

En un inicio, Canirac estimaba el cierre definitivo de un 35% de los establecimientos de la industria restaurantera, no obstante, gracias al empeño y tesón de los empresarios, este porcentaje llegó a un 10%, siendo ejemplo a nivel nacional.

Dicho liderazgo obedeció también a que Tijuana se convirtió en la delegación con el mayor número de afiliados, pues aun con las condiciones en contra, hubo quienes decidieron apostar por la ciudad y seguir con sus planes de inversión, abriendo restaurantes con conceptos innovadores, así como colectivos con una variada oferta culinaria que se conjugó con la presencia de cervecerías artesanales. Y todo ello no hubiera sido posible sin la confianza de los comensales. A todos ellos, muchas gracias, ya que contribuyen a que se conserven los empleos.

También quisiera destacar la parte humana y social que emanó de los socios de Canirac durante los meses más duros de la emergencia sanitaria, cuando se unieron en apoyo donando insumos de protección personal y turnándose para ofrecer comida caliente, café, fruta y otros refrigerios para el personal médico que atendía a los pacientes covid.

Definitivamente este año fue para reconfigurarnos. Sabemos que el 2020 será un parteaguas y que en la industria gastronómica el protocolo Mesa Segura llegó para quedarse, ya que dicta las medidas sanitarias de prevención y contención del covid-19, para salvaguardar la salud tanto de nuestros colaboradores como de nuestros comensales.

Quiero felicitar a quienes han sido cumplidos en este renglón, ya que están siendo responsables para con su comunidad.

Para finalizar, quisiera invitarlos a seguir con ese espíritu de conciencia y responsabilidad que les han caracterizado como empresarios del sector gastronómico. Mantengamos ese reconocimiento y, sobre todo, sigamos creando proyectos, sigamos haciendo planes, analizando alternativas de cómo si lograr nuestros objetivos. Estoy seguro que este 2021 traerá cosas mejores.

¡Feliz Año Nuevo!

*El autor es Secretario General del Consejo Ejecutivo Nacional de la Canirac.

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