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México y las elecciones en USA

Un gran interés ha despertado el desarrollo de las elecciones  presidenciales en Estados Unidos entre los mexicanos, y especialmente en los residentes de la frontera...  

Un gran interés ha despertado el desarrollo de las elecciones presidenciales en Estados Unidos entre los mexicanos, y especialmente en los residentes de la frontera ya que los fronterizos a diario vivimos esta relación binacional, y lo que suceda en los Estados Unidos impacta de una u otra manera la vida cotidiana de los residentes de esta región.

Este interés genera una serie de comentarios y especulaciones, algunos fundados y otros carentes de fundamentos, pero que al final del día reflejan una posición respecto la vida cotidiana, determinada por la condición de vida y los intereses particulares de cada uno de sus residentes. Así también comentarios respecto a que es más conveniente para nuestro país desde la perspectiva de cada quien.

Desde mi particular punto de vista, creo que es importante, claro el resultado del proceso electoral y quien salga electo como presidente del vecino país, pero considero que esa discusión debe darse con sustento y en base a juicios serios. Claro, que las posiciones y decisiones del país con el mercado más grande del mundo afecta a otras economías, sobre todo las que estamos con un mayor de grado de integración y dependencia comercial, dado el volumen de comercio que realizamos con ellos.

Existe una visión que asume que los gobiernos republicanos tienen una visión más intervencionista y conservadora que los demócratas, lo que lleva a pensar que los presidentes emanados del republicano aplicarán políticas negativas para nuestro país. Creyendo, por el contrario, que un presidente demócrata (típicamente de posiciones más liberales), resulta más benéfico para nuestro país.

En este sentido, con frecuencia se considera, que los gobiernos demócratas por tener mayores intereses y vínculos con agrupaciones como los sindicatos, normalmente toman posiciones contrarias a los intereses de nuestro país. Mientras que, históricamente los gobiernos republicanos habían sido más favorecedores del libre comercio y consecuentemente habían tenido una actitud más favorable hacia nuestro país, particularmente a partir de que México se orientó hacia el sector exportador como el motor fundamental de crecimiento económico. Asimismo los gobiernos demócratas tienden a tener más confrontaciones con ciertas políticas con nuestros gobiernos en temas relacionados con derechos humanos y temas ambientales.

La administración de Donald Trump, rompe con esta idea, ya que desde un inicio de la misma manifestó que se oponía a la manera en que las administraciones anteriores concebían esa libertad al comercio internacional y asume una posición abiertamente proteccionista, así como aliado de facto de posiciones proteccionistas sindicales de EU. El presidente Trump se ha mostrado en muchos sentidos más proteccionista de lo que nunca fue algún gobierno demócrata. Aunamos a ello, el discurso beligerante del actual presidente estadounidense hacia los migrantes generó una directa confrontación y ataque hacia México, a los mexicanos y a sus instituciones; razón por la cual casi siempre se piensa que la presidencia de Trump no es favorable para los intereses de México.

La realidad es que, como cualquier tema complejo, las simplificaciones rara vez muestran la verdad. La mayoría de los presidentes estadounidenses determinan su agenda, en el mejor de los casos alrededor de proyectos específicos que le son relevantes (coyuntural o estratégicamente). Pero siempre están acotados por las visiones e intereses de los grupos políticos y de interés que los apoyaron para llegar a la presidencia. Y resulta ocioso mencionar, que los acuerdos comerciales entre ambos países, responde mas a intereses económicos que políticos.

Es evidente que la economía norteamericana ha sido el motor o tractor de nuestra economía, máxime en los últimos años en que la actividad exportadora mexicana depende del impulso o crecimiento de la economía de los Estados Unidos. Bajo esta premisa podemos decir que lo que más conviene a México es que Estados Unidos tenga un presidente que marque reglas claras y procesos institucionales para dirimir las diferencias; y que no vea a México y a los mexicanos residentes en Estados Unidos, como un punto más de la agenda de gobierno, sino que nos considere y trate como socio comercial importante, que permita dar impulso al crecimiento económico de nuestro y a nuestros compatriotas residentes en el vecino país, como agentes económicos importantes que dan impulso al desarrollo del mismo.

*- El autor es economista de profesión, fue presidente del Colegio Estatal de Economistas y vicepresidente del Colegio Nacional de Economistas.

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