Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas / Columna Tijuana

Los sesgos

Hay varios tipos de sesgos y hoy te comparto algunos de ellos para que tengas un criterio más amplio, sepas “por dónde masca la iguana” y puedas tomar mejores decisiones.

Hay varios tipos de sesgos y hoy te comparto algunos de ellos para que tengas un criterio más amplio, sepas “por dónde masca la iguana” y puedas tomar mejores decisiones.

La política tiene muchos enfoques; Maquiavelo dice que “es el arte de engañar”, Fraga que “es el arte de lograr lo posible intentando muchas veces lo imposible” y en el barrio se comenta que es “el arte de comer mierda sin hacer gestos”. Para efectos de esta columna me quedaré con la versión del diplomático español, Manuel Fraga.

Intentar lo imposible no es cosa fácil, se requiere de paciencia, visión y principalmente capacidad para conectar elementos que aparentemente no tienen relación entre sí para finalmente lograr algo, a esta última definición la llamamos creatividad. Sin embargo, además del juego sucio del cual ninguna campaña, gobierno, medio de comunicación o partido político está exento, existe un elemento natural que hace todavía más complejo el proceso: el sesgo.

El sesgo es la orientación o dirección que toma un tema, discusión o acción y esto se debe a que cada persona cuenta con diversos elementos que le permiten ir construyendo una visión de las cosas.

Hay varios tipos de sesgos y hoy te comparto 10 de ellos para que tengas un criterio más amplio, sepas “por dónde masca la iguana” y puedas tomar mejores decisiones. Los medios y los políticos tienen un rol clave en este juego y te garantizo que serás mejor persona si logras identificarlos.

1.- Sesgo de Confirmación. Usar información para justificar tus ideas personales sin intentar siquiera conocer aquella que favorece a otros puntos de vista.

2.- Sesgo de Cobertura. La forma en cómo se comunican los hechos, algunos con versión positiva y otros negativa.

3.- Sesgo de Enfoque. Cuando la discusión reduce sus argumentos a una parte muy pequeña de todo el espectro y deja fuera datos relevantes que podrían nutrir más y llegar a mejores conclusiones.

4.- Sesgo de Autoridad. Nos da más confianza cuando frases, datos u opiniones vienen de personas con autoridad o liderazgo, sin importar si estas pudieran estar en errores objetivos. No todo líder de opinión está en lo correcto.

5.- Sesgo de Cascada. Cuando tomamos como verdad algo que mucha gente comenta. Es común escuchar que “salió en Facebook” o “todo mundo lo dice, debe ser verdad”.

6. -Sesgo Histórico. Cuando adoptamos una postura romántica sobre el pasado y decimos que “antes todo era mejor” y ahora nuestra sociedad está perdida.

7.- Sesgo de Percepción. Cuando llegamos a conclusiones basadas en cómo se presentaron las ideas al inicio del debate. Aquí mucho tiene que ver la prensa, no es lo mismo “El gobierno aumentó 20% el gasto en despensas para la gente pobre” vs. “A pesar de la crisis de Covid-19, el gobierno se endeudó 20% para llevar a cabo sus programas populistas”.

8.- Sesgo por Falso Consenso. Cuando damos mucha importancia a la opinión de otros y decimos “toda la gente que conozco dice que…”.

9.- Sesgo de Aureola. Cuando emitimos un juicio por la percepción visual externa. Es cuando decimos “tiene cara de corrupto” o “se ve que es buena persona”.

10.- Sesgo Dunning – Krugen. Entre menos se conoce, más confianza se tiene para decir las cosas. Cuidado con este último, generalmente se baña con el falso principio de “libertad de expresión” y muchas veces los efectos son negativos pues distraen la discusión objetiva de los problemas importantes. Esto sucede cuando decimos “deberían de imprimir más dinero y se acabó el problema” o “deberían de irse todos los políticos y empezar de nuevo”. Tentadora propuesta, eso sí, pero imposible… lamentablemente.

*El autor es director de Testa Marketing, investigación de mercados.

En esta nota