Los retos de Marina
Asume Marina del Pilar el gobierno del estado, en medio de una crisis económica severa y falta de credibilidad por los “magros” resultados de la administración de su antecesor.
Asume Marina del Pilar el gobierno del estado, en medio de una crisis económica severa y falta de credibilidad por los “magros” resultados de la administración de su antecesor. No será una tarea fácil para la joven gobernadora y primera mujer en ocupar tan honroso puesto. Tendrá que ser diferente a sus antecesores, sobre todo al gobierno de Bonilla. Habrá de hacer un esfuerzo adicional para recobrar la confianza de la sociedad Bajacaliforniana y en particular de la clase empresarial que quedó con muy mal sabor de boca después de los cobros excesivos y abusivos a los grandes consumidores de agua. Se tendrá que comprometer que su gobierno respetará la “propiedad privada”, base material en la generación de empleo y riqueza para el estado y el país. Esperamos que deje actuar a sus colaboradores para que asuman su responsabilidad y respondan a las tareas que les han sido encomendadas. Cada funcionario deberá informar a plenitud los trabajos a desarrollar y el avance de estos. Es importante que la gobernadora no trate de concentrar todo el poder para evitar desgastes. Deberá aplicar sus conocimientos de aritmética, de sumar y multiplicar, no de dividir ni restar. La polarización y los enfrentamientos serán parte de la negra historia que dejó su antecesor. Le corresponderá pensar más en el futuro que en el pasado, honrando con sus actos que nadie más que ella gobernará, que no compartirá el poder con nadie y menos habrá “poder tras el trono”. Dentro del cúmulo de asignaturas pendientes destaca la inseguridad de la cual han sido víctimas los pobladores de varios municipios del estado y hemos ocupado el nada honroso TOP TEN con los primeros lugares en materia de asesinatos en el país. Los ciudadanos claman por una respuesta contundente que realmente los convenza de que las cosas van a mejorar y que la pesadilla será cosa del pasado. Tendrá que hacer acercamientos con todos los sectores económicos para darles confianza y tranquilidad y de paso mande un mensaje a los inversionistas para que regresen los capitales al estado. Necesitará armar un buen equipo para recibir, a los miles de migrantes que próximamente arribarán al estado con la intención de pedir asilo político en Estados Unidos, de no lograrlo la ciudad de Tijuana se verá invadida por personas migrantes que necesitarán alimento, atención médica, hospedaje y seguridad entre otras muchas necesidades. Habrá de dar marcha atrás enviando al congreso iniciativas que permitan agilizar, mejorar y fusionar el trabajo de algunas dependencias del estado como estaban antes de la llegada de Bonilla, como la secretaria de Turismo, pesca y regresarle sus funciones sustantivas a la Oficialía Mayor de gobierno, por mencionar algunas. La descomposición de la vida pública práctica común de servidores públicos se tendrá que atender de manera prioritaria y es sin duda un clamor generalizado. La impunidad y el robo a través del abultamiento de presupuestos y moches durante mucho tiempo ha sido práctica común de los funcionarios. A todo lo anterior, hay que sumarle las arcas vacías que heredará y que la obligarán a pedir un préstamo para solventar los adeudos pendientes y los aguinaldos de la burocracia. Su antecesor dejó muchas deudas por pagar, además de los compromisos contraídos con “supuestas empresas” y con los bancos. Este es quizás el problema más apremiante que enfrentará en las próximas semanas. Deberá aplicar la ley sin distingo investigando como dice la ley, a los funcionarios que hayan cometido algún ilícito, de lo contrario la sociedad no quedará convencida de que ha llegado una mujer preparada y dispuesta a que las cosas mejoren y se hagan bien. La sospecha no sería buena para el nuevo gobierno. Ella misma ha declarado que no tolerará la corrupción, la mentira, el robo, ni la traición al pueblo. Para llevar a cabo todos sus proyectos deberá escuchar a las distintas voces del estado para que propongan formas de cómo superar la crisis financiera y atender de forma coordinada los reclamos y rezagos. La sociedad está a la expectativa y ansiosa de que terminen “los malos gobiernos”, deberá incluso demostrar que las mujeres están preparadas para gobernar y que son mejores que los hombres. Esperamos que la “frivolidad y los festejos triunfalistas” no empañen su desempeño *- El autor es economista egresado de la UABC
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