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Los que están lejos de casa

“Las guerras seguirán mientras el color de la piel siga siendo más importante que el de los ojos”BOB MARLEY

“Las guerras seguirán mientras el color de la piel siga siendo más importante que el de los ojos”
BOB MARLEY

Ahora que estamos celebrando una Navidad “Sui Géneris”, vale la pena pensar en aquellos que por hambre, guerras o persecuciones políticas, están lejos de casa. Me refiero a los millones de refugiados en el mundo que sin algo más que un trozo de pan y la ilusión de una nueva vida, andan por el mundo, buscando dónde reiniciar su vida.

Estamos viviendo en estos últimos 30 años, lo que los expertos han denominado como la mayor crisis humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial y lo peor es que ha sido provocada, en buena parte, por la tozudez, arrogancia y crueldad de políticos como la familia al-Asad que lleva gobernando en Siria desde 1970; un país que nace apenas en 1941 con poco más de 23 millones de habitantes y que a pesar de la “Primavera Árabe” de 2011, que logró derrocar a gobiernos dictatoriales en países como Túnez y Egipto, no logró derrocar a Bashar, quien ha provocado ya la muerte de un cuarto de millón de personas y el éxodo de 4 millones de refugiados.

Ejemplo, manejan ese país a través de una familia de dictadores que desde 1970 ejercen el control de ese territorio árabe con poco más de 23 millones de habitantes y que nace apenas en 1941, pero que más de la mitad de su vida independiente ha sido gobernada por la; primero lo hizo Hafez de 1970 a 2000, año en que lo sorprende la muerte y ahora su hijo Bashar la gobierna y que desde 2011 provocó la guerra civil en su contra, la cual ha cobrado ya más de 230,000 vidas y provocado más de cuatro millones de refugiados que con lo puesto han abandonado la tierra que los vio nacer, para buscar cobijo en Europa. El problema es que se enfrentan a la reacción de varios países europeos que se niegan a recibir a los miles de refugiados que abarrotan sus fronteras en busca de asilo.

A nivel mundial, este escenario se repite y según la ACNUR, organismo de la ONU, en el mundo, 70 millones de personas han tenido que abandonar sus países de origen y de ellas 30 millones se encuentran en calidad de refugiados en condiciones miserables.

En el caso de México y particularmente de Baja California, no estamos exentos de los movimientos migratorios, pues nuestra vecindad con los Estados Unidos, nos convierte en un país de paso, tanto de drogas, como de personas que buscan llegar a ese País, pero también de otros tantos que son expulsados por nuestra frontera y que muchas veces se quedan en este territorio. Recordemos solamente que en 2018 recibimos a casi 20 mil centroamericanos provenientes de Honduras y un año antes a miles de haitianos que hoy se encuentran integrados a nuestras sociedades, particularmente en Tijuana y Mexicali.

Por eso, en estas épocas decembrinas debemos pensar en aquellos, que lejos de casa, sentirán tristeza y a quienes podemos ayudar comprándoles los productos que nos ofrecen en los distintos cruceros de la Ciudad y con ello colaborar a que lleven algo de alegría a sus familias.

*El autor es asesor empresarial en cabildeo.

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