Los inmovilizados
Estudios referentes al nivel participativo de los mexicanos en asuntos públicos no son nuevos
Estudios referentes al nivel participativo de los mexicanos en asuntos públicos no son nuevos; como tampoco resultan extraños los sondeos cuyo propósito ha sido precisar, contar y medir la magnitud de intervención ciudadana en la diversidad de acciones gremiales, partidistas, electorales o cívicas en cuanto reflejo de conciencia (o inconciencia) referida al grado de cultura política que la generalidad de la población supuestamente posee e impulsa para intervenir, resistir o ejercer su derecho a manifestarse fuese por intereses suyos o en solidaridad con los otros desprendiéndose, de dicho “tomar parte”, la horizontalidad o altura de politización y conciencia de los individuos. Por ello mismo; resulta notable la reciente y rigurosa encuesta enfocada sobre el tema de parte del programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad (coordinado por John M Ackerman) en donde los resultados perseguidos, explorados y alcanzados muestran la cantidad y calidad de las contribuciones, respaldos y compromisos que el sujeto social asume en las diversas actividades y acciones colectivas, que por motivos diversos, detonan en toda relación Estado-Sociedad, que de acuerdo a lo concluido por los investigadores de la UNAM confirmaron, científicamente, un mapa sobre la participación democrática popular de valiosa utilidad para leer correctamente la realidad política prevaleciente Dividida la referida encuesta en varios tópicos, aunque aterrizada en el objetivo antes bosquejado, a juicio nuestro uno de los apartados de mayor significación (llamado democracia y participación) refrenda la célebre verdad de Perogrullo al verificar, por enésima vez, los hallazgos ya conocidos, observados y descritos. Veamos: con relación al activismo para tomar parte… en; 90% de los entrevistados manifestaron nunca haber sido participes (ni tomar lugar) en causa o litigio alguno como sería solidarizarse, manifestarse, firmar solicitudes, concurrir a eventos, etcétera. De su parte, casi el 85% de los entrevistados confirmaron que jamás han hecho actividades partidistas, no fueron candidatos y menos respaldaron campañas electorales donde, el 90.32%, reconoció no prestar atención a las convocatorias del gobierno para participar en asambleas, recibir información o cualquier otra actividad. En la misma línea, en cuanto a preferencias, el 64.78% eligió la democracia frente a otra expresión de gobernar. En contraparte, cerca del 28% indicaron que bajo determinada situación un régimen autoritario podría resultar mejor. Resumida la parte que, repetimos, a nuestro juicio resulta relevante para entender el comportamiento no participativo de la población, insistiremos en que la pobreza como la falta de escolaridad, inseguridad, indolencia y similares; en sí mismo no determinan la mediocre participación política de la sociedad puesto que tanto el control ideológico, cultural, orgánico, escolarizado y no escolarizado en esencia la burguesía gobernante la utiliza para enajenar a las masas, tanto como alejarlas de cualquier destacada participación. Naturalmente en este arrebatar o asaltar conciencias los censuradores son asistidos por los medios (escritos, radiales y electrónicos), intelectuales orgánicos, Iglesias de indistinto rezo, y de manera tenaz, manipulando la torre de control accionada por sindicatos y partidos charros los que vilmente adiestrados la encomienda central es inmovilizar, usurpar la voz y allanar la potencial rebeldía de los jornaleros…
* El autor es diplomado en Periodismo por la UABC
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