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Las Cartas desde El Más Allá: De Sparky Ánderson para Pete Rose

Coral Gables, Florida (VIP-WIRE).- “Ludopatía…: Deseo irrefrenable de apostar, no obstante los estragos que eso puede causar en tu vida”… Diccionario de la RAEL.

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Mi querido Pete: Me imagino que a tus 80 años de edad, cuando deberías llevar una apacible vida, aireándote en un mesedor, estás sufriendo más que nunca antes. Me refiero a la pena que te impuso el comisionado Bart Gimatti y que no han sido capaces de eliminar, Fay Vincent, ni Bud Selig, ni Rob Manfred. Y digo debes estar muy sufrido, porque te expulsaron del beisbol por apostador, aún cuando siempre apostaste a tu equipo, y ahora hay anuncios en los estadios, invitando a apostar, y por internet atacan a los fanáticos para que apuesten. Es un negocio como vender churros con chocolate. Durante los nueve años que dirigí a los Rojos (1970-1978), me enseñaste a admirarte como lo máximo en el beisbol. Nadie en la historia ha dado tanto por su equipo como tú. Ningún bigleaguer produjo tantas emociones como tú y tus slides en tercera base, con las manos por delante y tu cabellera de fiesta con el viento. Apostar no es nada bueno, pero cuanto es bueno para la pava, lo debe ser también par el pavo. Si todos los bigleaguers de hoy día pueden apostar en el beisbol, según esa propaganda abrumadora que hacen, ¿por qué te mantienen fuera de la pelota y fuera del Hall de la Fama? Creo que, tanto los periodistas como los Comités de Veteranos, te eligirían en el primer chance. Y los cuatro comisionados que mencioné han sido unos ridículos, perjudicadores del beisbol, como deporte y como espectáculo. Mi querido Pete: Recuerdo que después de la temporada de 1978 coincidimos en nuestras salidas de Cincinnati. Tú, rumbo a Philadelphia y yo a Detroit. Me hubiera gustado seguir contigo en el róster. Creo que no ha habido mánager en el beisbol que no quisiera poderte alinear en su equipo todos los días. Porque no fuiste un pelotero bueno simplemente, fuiste extraordinario, lo mejor de lo mejor. Y la prueba es que ahora, octogenario y después de 35 años de tu retiro, todos te recordamos y te queremos. Sí ya se, Giamatti, Vincent, Selig y Manfred no te quieren. Pero son los únicos cuatro en todo el beisbol. Has sufrido tu exilio con dignidad, como un fino caballero, como has sido durante toda tu larga vida. Te deseo lo mejor de lo mejor y te envío la impresión de un fuerte abrazo… Sparky. Gracias a la vida que me ha dado tanto, incluso un lector como tú. ATENCIÓN.- Por Google, el archivo de “Juan Vené en la Pelota”, en “el deporte vuelve a unirnos”.

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