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La república amorosa de verdad

La problemática social de México viene de la falta de cultura y oportunidades.

La problemática social de México viene de la falta de cultura y oportunidades, desencadenadas por unas estrategias equivocadas de gobiernos y su corrupción. La decadencia se ha producido también por la pérdida de valores culturales, morales y espirituales. Por eso, imagino yo, está la propuesta de una República Amorosa, que haga renacer las principales fuentes de riqueza de cualquier nación: Su gente sana, capaz y eficiente; y hacer realidad el progreso con justicia y bienestar social. Es decir, se trata de progresar en base a la generosidad de todos en favor de todos; de vivir armoniosamente en familia y sociedad.

Desde que México es México, todos buscamos bienestar, en la libertad y en lo social. Nadie puede ser feliz sin tener trabajo, alimentación o servicios de salud. Un hombre en la pobreza, como viven la mitad de los mexicanos, solo piensa en cómo sobrevivir. Lo demás, es después. Deberá de entenderse entonces que un gobierno de una República Amorosa deberá de procurar que a nadie le falte lo indispensable para la sobrevivencia, y cultivará nuestros mejores sentimientos, comenzando por las cortesías, las tolerancias; y los respetos a los derechos y a las responsabilidades.

Y si hablamos de ese tipo de república muy particular, con dimensión social y espiritual, estamos hablando de la regeneración que tanto se habla, mediante una manera diferente de hacer política. Si se hacen trampas, si se roba, si se miente, si se descalifica, si se es intolerante, si no se oye a los demás, si no se está abierto a la participación ciudadana, si se provocan enfrentamientos entre “fifís” y “chairos”, entonces no estamos hablando de una manera diferente de hacer las cosas. Una forma diferente será ejercer los conceptos de honestidad, tolerancia y justicia. Solo así se estará cumpliendo con el objetivo.

Algo importante es el concepto del amor. Hablar de amor en esta época, es una locura, porque unos ya no saben lo que es, y otros lo confunden con costumbres o acciones afeminadas, precisamente por la falta de valores. Hoy, quien habla de amor, de lo menos que lo pueden tachar es de cursi. Pero el amor es verdaderamente la base de una sociedad sana. Viendo así esta idea, el amor mantiene viva y activa a la humanidad, a la familia, a la sociedad. Su expresión máxima es la amistad, base de cualquier grupo que se organice en la comunidad.

En resumen, al hablar del amor no se habla de ingenuidad, sino de algo humano que los tontos caricaturizan porque implica compromiso. Alguien decía: El amor no anula la inteligencia, al contrario, la fortalece y acompaña. El amor es el que nos provee de la valentía y del coraje para hacer todo lo que nos proponemos. El amor nos ayuda a ayudar a quienes nos rodean. El servicio desinteresado solamente puede estar motivado por el sentimiento del amor. Eso creo de lo que se trata la República Amorosa, la que creo, tendrá que predicarse con el ejemplo.

* El autor es asesor administrativo, presidente de Tijuana Opina y coordinador de Tijuana en Movimiento.

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