Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas / Columna Tijuana

La reinvención de las universidades

El Tratado de Bucareli entre Estados Unidos y México, firmado el 13 de agosto de 1923 por el entonces presidente de la República, Álvaro Obregón y el presidente de Estados Unidos, Calvin Coolidge, en el viejo edificio de Bucareli en la Ciudad de México. Este tratado buscaba el reconocimiento de Estados Unidos al gobierno de Obregón tras la Revolución.

El Tratado de Bucareli entre Estados Unidos y México, firmado el 13 de agosto de 1923 por el entonces presidente de la República, Álvaro Obregón y el presidente de Estados Unidos, Calvin Coolidge, en el viejo edificio de Bucareli en la Ciudad de México. Este tratado buscaba el reconocimiento de Estados Unidos al gobierno de Obregón tras la Revolución.

Según muchos políticos de la época, ya muertos todos por supuesto, este Tratado de Bucareli representa una “leyenda negra”, sobre todo para los opositores de Obregón que consideraron como traición a la patria el comprometer al país en su desarrollo económico y político interno para el futuro a cambio de su reconocimiento diplomático que le reportaría apoyo financiero, militar, tecnológico y político de Estados Unidos.

Entre el mito y la realidad en la vigencia de este tratado que cumplirá el año próximo 100 años, tengo la idea que debido a ello México no ha podido desarrollarse tecnológicamente como otros países, ejemplo Corea, India o China.

Platicando sobre el tratado con Luis Lloréns Baez, ex rector de la UABC, ex subsecretario de educación superior con Ernesto Zedillo y actualmente investigador de la UABC, me comentaba que fue materia de tesis de licenciatura en la UNAM y que había una gran cantidad de mitos, pero que no se contaba con una copia completa del tratado para analizarlo porque estaba encapsulado.

Lloréns Baez fue claro, “una de las cosas que México no ha podido definir un rumbo claro y sobre todo claro en sus necesidades y de sus problemas es en el tema de la investigación”. Independiente del tratado, el ex rector se traslada a la historia y dice en en Estados Unidos, a principios del siglo IXX la universidades existentes ya estaban realizando las primeras investigaciones. “Si tu quieres que una región se transforme, si tu quieres que una región produzca tabletas, teléfonos celulares o tecnología en automóviles, tienes que desarrollar la investigación porque la investigación es la única manera de generar conocimiento técnicamente válido, científicamente verdadero.”

La investigación produce patentes y actualmente el país que más patentes produce en China, Estados Unidos está en el cuarto lugar. Para Luis Lloréns México tiene un problema porque se tiene capacidad para la investigación, tiene gente, tiene creatividad, pero, dice, el Estado tiene que reconocer que es un tema básico: ”Si no lo reconoces como necesidad básica acabas tus días comprando soluciones no creándolas, porque están de por medio las patentes”. La universidades tienen que reenfocar sus objetivos, como la investigación.

Agrega que en toda nuestra historia hemos sido compradores de conocimiento, “lo comprábamos a la corona española, las telas se las comprábamos a ellos no permitían que se fabricaran en México, les comprábamos locomotoras, luego empezamos a armar cosas”. “Baja California no va a dar tres pasos adelante, nunca, si sigue pensando con mentalidad maquiladora”.

Termina diciendo que el Tratado de Bucareli pudo haber tenido influencia en esto, pero apunta que tiene más influencia nuestra mentalidad, “fuimos compradores durante 300 años y seguimos siendo durante cien años después y seguimos con la idea que es más fácil ir a otro lado a comprar algo que diseñarlo nosotros”. En conclusión: más que la influencia del tratad de Bucareli, falta investigación en México para dejar de comprar y empecemos a crear.

Sigue nuestro canal de WhatsApp

Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí

Temas relacionados