La prospectiva política de BC
Todavía no terminan de aparecer las nuevas condiciones políticas en el estado y ya se advierten futuros escenarios políticos.
Todavía no terminan de aparecer las nuevas condiciones políticas en el estado y ya se advierten futuros escenarios políticos. La indefinición y claridad para analizar la coyuntura política orilló a la alianza opositora encabezada por el PRI, PAN y PRD a tomar decisiones que la han afectado a grado tal de no tener opciones viables para regresar al poder.
Hasta ahora, no pudieron elegir a un candidato ganador y solo consiguieron hundirse más, tanto así que son pocas las posibilidades de victoria y entonces, han recurrido a incorporar a una persona ajena a las lides políticas dedicada a las pasarelas de belleza y miss universo. La falta de oficio político, de sentido común y en ocasiones la carencia de operadores políticos dan este resultado. Sin duda, los representantes de los tres partidos que conforman la coalición no pudieron o no quisieron realizar los acuerdos pretendidos.
El gran ganador, a pesar de todo, fue Jorge Hank a quien el PRI y el PAN desdeñaron y prefirió ir por otro partido, al final les ganó y los puso al borde de la derrota estrepitosa, al tercer lugar y con posibilidades de perder el registro alguno de ellos. De entrada, derrota al PAN, al PRD y al PRI con amplias posibilidades de perder el registro por la baja votación que se presume tendrán, según algunas encuestas que circulan por las redes y otras que aparecen en algunos diarios nacionales, se afirma y no precisamente en secreto, que la disputa final será muy cerrada entre Marina del Pilar y Jorge Hank. Si gana Hank, habrá cumplido su sueño de gobernar Baja California y comenzará la leyenda y pretenderá como todos los políticos y los partidos a dejar herencia, pero si pierde tendrá que regresarse a sus negocios. Si Marina pierde, le rendirá malas cuentas a su jefe López Obrador y cortará de tajo la posible perpetuación de Morena en el poder, pero si gana se estarán frotando las manos para continuar por un largo tiempo gobernando el estado.
Es probable que nadie obtenga carro completo, sino triunfos aislados en presidencias municipales y en diputaciones federales y estatales. Habrá una repartición del poder, nadie tendrá el poder absoluto. Morena, se dice, perderá varias diputaciones locales por la mala fama que se han creado los diputados actuales que ya andan en campaña pidiendo el voto sin ningún rubor, después de que se entregaron al poder ejecutivo y legislaron y crearon nuevos impuestos a los votantes que los eligieron. Estos costosos diputados debieran ser acusados de traición a la patria, no tienen vergüenza y no son dignos de que se les vuelva a refrendar el voto. Las nuevas leyes sobre la reelección son una invitación a quedarse en el poder hasta por 12 años o tres periodos consecutivos. Este ya no es un sistema democrático de partidos, es una camarilla de cínicos que pretende erigirse en una dictadura.
De Movimiento Ciudadano (MC) cuya pretensión es levantar la marca para futuras pizcas, se predice que ocupará el cuarto lugar de votaciones y quizás logre alguna regiduría o diputación, pero hasta ahí. Los candidatos independientes son los menos socorridos por las leyes electorales que tal parece que en lugar de facilitar la participación democrática y equitativa se han convertido en una traba. Son muchos los requisitos que se solicitan y en un contexto de pandemia será muy difícil reunir una gran cantidad de firmas de votantes.
Finalmente, se puede decir que el gran ganador hasta ahora es Jorge Hank, con muchas posibilidades de ganar la gubernatura, mientras que la coalición será, así se vislumbra el gran perdedor, incluyendo Morena a quien el dueño de casinos le quitará muchos votos y de paso obtendrían la alcaldía de Tijuana si como se ha dicho se postula
*- El autor es economista egresado de la UABC.
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