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La inseguridad y sus causas

Con las adicciones y con la delincuencia AMLO tiene la misma ruta, atender las causas esperando un efecto en las conductas tóxicas o agresivas.

Con las adicciones y con la delincuencia AMLO tiene la misma ruta, atender las causas esperando un efecto en las conductas tóxicas o agresivas. Insiste en encontrar las causas en la familia, dando mensajes a padres y abuelos, suponiendo eso tendrá efecto en los jóvenes. Los mensajes televisivos y los argumentos mañaneros dan por hecho que la unión y armonía familiar es el remedio.

Para empezar, quisiera me presentaran a esa familia ideal. Culpabilizar o responsabilizar a los padres de la prevención de las adicciones y las conductas delincuenciales es un principio equivocado. Las adicciones y la delincuencia “hasta en las mejores familias se dan”, el factor socioeconómico es mucho más determinante que la funcionalidad familiar.

Me parece una temeridad que solicite un año para notar resultados, ya comprometerse a hacerlo en seis es muchísimo. Resolver la gigante desigualdad social es tema de más de una generación. Simplemente ubicarnos en el fenómeno mundial donde un 1% de la población tiene más dinero que todo el resto del mundo. Hay ingenuidad en la 4T sobre la relación causa-efecto de las adicciones y la violencia.

Sí creo se regularice el consumo de algunas drogas, espero se reduzca al máximo las sintéticas, pero será una constante el número de adictos o consumidores. No hay que apostar tanto a la bondad del pueblo, la violencia seguirá desatada si no se atiende las policías y ministerios públicos.

Darles la espalda a las policías e introducir a la Guardia Nacional con entrenamiento militar y cultura de patrullaje será el festín de los malandrines. Poco se habla de un trabajo de inteligencia y mucho se invita a no responder con violencia oficial a la violencia delincuencial, grave error.

Estas semanas han estado plagadas de tragedias asociadas a la delincuencia, algunas muy paradigmáticas. Ha sido una fuerte sacudida sobre el grado de barbarie que sigue al alza. El número de homicidios se podrá disminuir un poco en un año, eso si bien nos va, disminuir la barbarie o el número de delincuentes no. Acorde a una variable global, un 1% de la población padecerá un trastorno de la personalidad psicópata, eso hace aproximadamente un millón que son o serán delincuentes en pocos años. En Noruega y en México hay el mismo porcentaje, la diferencia es que allá están contenidos y si los delincuentes se presentan armados les disparan.

La descomposición social en México es el terreno para la delincuencia barbárica y generalizada, la pobreza su fertilizante mayor. Necesitamos menos paternalismo gubernamental y más inteligencia y acción contra la violencia imperante. Bien por este gobierno, que permite se hable abiertamente y críticamente, con todo y su réplica. Ajustar la dirección no es oponerse al proyecto, hay que reconsiderar tiempos y estrategia.

* El autor es siquiatra y ejerce en Tijuana.

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