Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas / Columna Tijuana

La ‘cultura’ de la corrupción

Un par de reflexiones. Creo hay que darle un voto de confianza al Presidente cuando él dice que votará por un no a una encuesta sobre si juzgar a los ex presidentes ¿lo interpreto mal?

Un par de reflexiones. Creo hay que darle un voto de confianza al Presidente cuando él dice que votará por un no a una encuesta sobre si juzgar a los ex presidentes ¿lo interpreto mal?, además estamos en medio de una grave pandemia. Yo lo entiendo como un gesto de inteligencia, en qué quemar la pólvora. A partir de ahora barrer con los escalones siguientes, la corrupción en niveles medios y bajos, sería el siguiente paso. Yo allí la veo más difícil, no comparto la lectura del presidente de que el pueblo mexicano es bueno nada más porque sí, o decir que la corrupción no es un asunto cultural.

La conocemos bien desde el imperio español y para la independencia la corrupción ya era una forma de funcionar, tenemos que ser realistas en que está socialmente hasta en los huesos, hasta el justo peca. No hay forma de escaparse. Una serie de gobiernos honestos podrían resolverlo, tendrá que ser consecuencia de la educación y el bienestar elemental. La corrupción es necesaria para que haya tanta criminalidad, apoyo al presidente cuando declara que la corrupción es nuestro mayor problema. Depende de lo que abarque tu concepto de cultura para decir si la corrupción en México es cultural o no. Sin duda es una forma de interactuar, muy frecuente y a veces necesaria para resolver un pleito. Habría que estarlo identificando y señalando cada vez que se nos aparece. Para ello habría que tener un pueblo que se escandalizara y ofendiera ante la corrupción de la vida diaria, esto se logrará con las generaciones muy jóvenes o por llegar.

De la negación al Covid se pasó a la resistencia activista en contra de sus medidas sanitarias.

Países como Alemania han tenido expresiones fascistas. Pareciera que es más de derecha no usar mascarilla y lo contrario en la izquierda. Los intereses del capital se aparecen en estos sujetos insensibles a la muerte de miles de adultos mayores que no les tocaba morir, el viejo de hoy, es el gay del SIDA de los ochenta. En México, y en otros países, hay una derechización con un mensaje no dicho, que ya son viejos y de todos modos se iban a morir pronto, que las consecuencias del distanciamiento social en el mercado son más desastrosas aún, que finalmente sólo es un bajísimo porcentaje de muertos por contagio. Las fiestas en mi vecindario lo confirman. Me tocó una con todo y banda, llegó una patrulla y desde su altavoz pidieron bajaran el volumen, pero la fiesta siguió, con más bajo volumen, eso sí. El año próximo será la negación a la vacuna, habrá tantas con tantos argumentos que asustará a los conspiranoicos.

* El autor es siquiatra y ejerce en Tijuana.

En esta nota