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La Carta desde el Más All: La de Marvin Miller para todo el beisbol

Coral Gables, Florida (VIP-WIRE)

Mi querida gente del beisbol:

Cuando en 1966 asumí a la Dirección Ejecutiva de la Major League Baseball Players Association (MLBPA), los propietarios de equipos dominaban el juego en plan de tiranos.

Los bigleaguers no se habían dado cuenta de que son muy difíciles de sustituir, y que solo ellos hacen el espectáculo por el cual la gente paga

El sueldo de los bigleaguers novatos, el mínimo, era de ocho mil dólares. Ahora veo que aspiran a cerca de un millón. Y hay quienes cobran 35 millones por jugar a la pelota durante seis meses.

Hemos ganado mucho, amigos míos. Pero ahora más que nunca, vale la pena estudiar el viejo cuento de “La Gallinita de los Huevos de Oro”.

Si ella pone esos encantados huevos todos los días, no la matemos para ver cómo es por dentro su producción.

Todo tiene un límite. Y, si se sobrepasa, hay graves peligros.

Les recuerdo, cuando el 27 de noviembre de 2012, a mis 95 años de edad, llegué a este Más Acá, no pude traerme nada de lo que había almacenado durante mi vida.

Nadie puede traer nada hasta aquí. Jamás ha visto nadie un ataúd a hombros con una caja fuerte atrás. “La avaricia rompe el saco”.

Por aquellos días del año ’66, pensaba que los dueños de equipos eran avaros, sin escrúpulos para aumentar fortunas.

¡¿Qué pensar de los peloteros de hoy día?!

No creo que los empresarios sean unos angelitos, pero tampoco lo son ahora los peloteros. Cuando llegué al beisbol era necesario un equilibrio de poderes. Hoy día lo que hace falta es más amor por el deporte-espectáculo, mayor escrúpulo en su manejo, y el conocimiento de que ya no es el beisbol el primer espectáculo deportivo en Estados Unidos. Lo es el fútbol americano. No somos tampoco segundos, porque lo es el basquetbol. Y el fútbol soccer está muy cerca de desplazar a la pelota del tercer lugar.

¿No es esto una emergencia, como para tomar medidas ecuánimes, buenas para propietarios de equipos, tanto como para los peloteros, pero especialmente saludables para la empresa, para el negocio? No quiero sentirme culpable de una debacle por haber iniciado la revolución económica.

Buna suerte… Marvin.

Gracias a la vida que me ha dado tanto, incluso un lector como tú.

ATENCIÓN.- El archivo de estas columnas en Google si entras por “el deporte vuelve a unirnos”.

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