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Incumpliendo

“Por el derecho a la libertad de expresión”.

“Por el derecho a la libertad de expresión”.

Tenemos en Baja California un Comité de Participación Ciudadana dentro del Sistema Estatal Anticorrupción que, hasta la fecha, ha sido inservible. No parece que estén preocupados por hacer denuncias, señalamientos sobre conductas corruptas de los funcionarios públicos, o iniciar investigaciones que abran asuntos ocultos de hechos ilegales, en las instituciones de nuestro estado. No abren la boca para informar sobre sus actividades ni se conocen sus funciones y si las cumplen. Mientras tanto, están recibiendo un jugoso sueldo de cincuenta mil pesos mensuales por no hacer nada. Dentro de este Comité, ya he denunciado que al menos uno de sus integrantes, debería de ser investigado por actos de corrupción cuando fue tesorero municipal en Tecate, en el XX Ayuntamiento.

Si pudiéramos preguntarles y ellos nos quisieran contestar, podrían argumentar los integrantes del Comité, que van despacio porque no hay nada qué hacer ahora, por la escasez de actos ilegales dentro de los tres niveles de gobierno. Pero no es el caso, la corrupción reina en todas las instituciones y los enriquecimientos inexplicables son conocidos por todos. Por ejemplo, no hicieron ningún pronunciamiento en el caso de Kiko Vega ni de sus principales funcionarios; ni han expresado opiniones sobre cuestiones de primera importancia discutidas con frecuencia en los medios, como son los casos de denuncias contra las agencias policíacas, la Sedena o la Marina.

Ni, aunque sea por inercia, los integrantes del Comité han denunciado, en sus respectivas ciudades, a ex funcionarios con acusaciones de peculado, de abusos de autoridad, de coalición de funcionarios públicos o cualesquier otros delitos. Lo cual muestra la tendencia cómoda de dejar hacer, dejar pasar. Así no te metes en problemas y sigues cobrando cómodamente. Porque de eso se trata cuando hablamos de la podredumbre gubernamental, yo no digo nada de ti, tú no dices nada de mí. De esta manera, el sistema político mexicano se maneja y se reproduce. Por cierto, los ciudadanos bajacalifornianos no tenemos presente al Comité, porque no se ha hecho visible. No tenemos ninguna referencia de su existencia y así es como van a terminar su período dentro del mismo: Invisibles.

Mientras, las dependencias municipales, estatales y federales, siguen haciendo de las suyas sin ninguna consecuencia. Por ejemplo, el 23 de diciembre mi vecino policía municipal hizo cuatro descargas de pistolas de varios calibres. La última fue muy fuerte, podría haber sido una escopeta, aunque no sé, honestamente, cómo suena una. En esta ocasión yo no denuncié al 911, pero algún vecino lo hizo. Después llegaron varias patrullas en ambas direcciones de la calle, él salió a platicar con ellos y se fueron sin que hubiera consecuencias. Aunque el hecho no constituyó una amenaza contra los aledaños, el asunto debió haber llegado hasta la Sindicatura Municipal y allí definir las consecuencias. Sin embargo, nadie sabe, nadie supo, sus compañeros policías guardaron silencio y nada pasó. ¿Cuántos más delitos, faltas administrativas o infracciones no graves no son denunciadas dentro de las corporaciones policíacas? No lo sabremos nunca, pero hay un poder interno dentro de ellas que las hace poderosas. Los mismos presidentes municipales tienen negado el acceso a ellas. Esto debería ser uno de los muchos asuntos que el Comité debería atender y no lo hace. Vale. 

* El autor es Licenciado en Economía con Maestría en Asuntos 
Internacionales por la UABC.

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