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Incómoda defensa de Trump

Por el derecho a la libertad de expresión.

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No recuerdo haber conocido a Trump antes de su campaña política. Probablemente lo miré en algún anuncio o en un programa de noticias, pero no me quedó grabado nada al respecto. Fue hasta que se abrió como candidato y después que ganó las elecciones, cuando ya comencé a traerlo atravesado. No es un sujeto que caiga bien a la primera, o tal vez más puntualmente, nunca cae bien. Es arrogante, con un trato despótico hacia las personas, y con su tendencia que tiene al ganar ganar. En caso de tener la necesidad de competir, dicen que es bravo y juega muy rudo. Tan es así que existen dudas de cómo logró ser el presidente de USA.

 Es muy común que recurra a las imprecisiones y aventure datos que no son ciertos. También apela a las mentiras graves, sin importarle las consecuencias. Así, por ejemplo, se atrevió a decir que México enviaba a los peores ciudadanos a vivir en su país, acusándolos de ser miembros del crimen organizado y violadores sexuales. Por supuesto, nunca dio datos reales ni se preocupó por comprobarlo. Anduvo envalentonado, diciendo que iba a construir un muro impenetrable entre México y USA y que lo íbamos a pagar nosotros, y no va a poder lograr que aportemos un solo cinco para ese cometido. Por cierto, desde hace algún tiempo ya no nos lo recuerda.

 En su afán de sentirse todopoderoso, llegó a afirmar que a él como presidente de USA no se le podía hacer nada. Aseveró que, sin ser estas sus palabras textuales, sin importar la falta, como presidente no se le iba a juzgar nunca, que estaba por encima de las leyes estadounidenses. Esto, por supuesto, molestó a muchos ciudadanos de este país. También cometió el error de condicionar la ayuda monetaria para la seguridad pública de Ucrania, si el Presidente de dicho país no iniciaba una investigación en contra de uno de sus contrincantes para la campaña del 2020. Como estas, hay muchas cosas más en la palestra.

Ahora está en la capilla siendo investigado para ser juzgado por corrupto. Lo que sorprende es ver cómo los miembros del partido Republicano, sin medir las consecuencias, están defendiendo a este deshonesto, que no es una persona respetable, aunque tiene sus seguidores. Fue acusado formalmente de haber abusado sexualmente de varias mujeres; no ha hecho públicas sus declaraciones de impuestos y se sospecha de malos manejos en su administración y de que ha contratado a personas sin documentación legal para vivir y trabajar en ese país. Tanto desprecia a los migrantes ilegales, pero se aprovecha de ellos.             

  Los republicanos han formado un bloque monolítico que lo defiende hasta las últimas consecuencias. Saben perfectamente que Trump debería ser destituido por haber incumplido la ley, por haber mentido constantemente, por decir una cosa ahora y minutos después cambiar su versión, como se lo han comprobado los medios. Con esta actitud le están diciendo a la niñez estadounidense que, si una persona no respeta las leyes, miente, difama a quien se le atraviese y, es capaz de cometer abusos contra las mujeres, está bien. Por cierto, existe la posibilidad de que Trump la libre, pero el pago social será enorme. Vale.     

* El autor es licenciado en Economía con Maestría en Asuntos 
Internacionales por la UABC.

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