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Impuesto global a las grandes empresas de tecnología

Aquí está mi principio: Los impuestos se percibirán de acuerdo a la capacidad de pago. Esa es el único principio americano. –Franklin Roosevelt

En años anteriores países como Argentina, Australia, Brasil, Canadá, Estados Unidos, Japón, incluyendo a México, de los países G20 y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, han buscado formas de hacer que los gigantes tecnológicos como Google, Amazon y Facebook, paguen impuestos en donde tengan una presencia económica importante, y no en países con tasas menores o en paraísos fiscales.

Así las cosas, recientemente, en una reunión organizada por la agencia Francesa de Desarrollo entre Arturo Herrera, titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), y el economista francés Thomas Piketty, se dio a conocer una gran posibilidad de llevar a cabo la aplicación de este impuesto, pues se mencionó que con la presidencia de Biden, un acuerdo internacional de esta naturaleza es más factible.

En 2020, 19 de los 20 países que integran el G20 tenían un acuerdo, el único que dio la negativa fue Estados Unidos durante la presidencia de Trump. En ese momento, Trump argumentaba que el impuesto afectaría principalmente a empresas estadounidenses en el contexto de la pandemia que dio sea de paso afecto a todos los países del G20.

A principios de marzo de 2021, se llevaron a cabo las reuniones del Fondo Monetario Internacional (FMI). En dichas reuniones, Janet Yellen, titular del Departamento del Tesoro de Estados Unidos mencionó que Estados Unidos apoya la creación de un impuesto global.

La idea es crear un impuesto mínimo global al ISR de las empresas de tecnología en los países de la OCDE y G20 (Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Francia, Alemania, Italia, India, Indonesia, Japón, México, República de Corea, Rusia, Arabia Saudí, Sudáfrica, Turquía, Reino Unido, Estados Unidos, Unión Europea) Estados Unidos propone un impuesto de 21%, pero hasta el momento no hay una idea formal del impuesto, pero la idea de crearlo esta ya puesto sobre la mesa.

Sin embargo, en México podría afectar dicho impuesto a las grandes empresas de tecnología, pues en México, el promedio del ISR a empresas es de 30%; si el impuesto global es de 21%, como lo propone Estados Unidos, México perdería una gran parte de su recaudación.

* El autor es Abogado Fiscalista.

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