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Hagan su trabajo y protejan a la comunidad

261 días después del primer caso registrado en México de COVID-19, es desesperante y desalentador salir a las calles de nuestra ciudad y observar cómo de manera persistente.

“La evidencia es clara de que las personas deben usar máscaras para reducir la transmisión del virus y protegerse, y la mayoría de los países recomiendan al público que las use. Sin embargo, las recomendaciones políticas claras de que el público debería usarlas en general no han sido claras e inconsistentes en algunos países como Inglaterra.”

-Melinda Mills, director del Leverhulme Centre, Universidad de Cambridge, Reino Unido.

261 días después del primer caso registrado en México de COVID-19, es desesperante y desalentador salir a las calles de nuestra ciudad y observar cómo de manera persistente, muchos habitantes se rehúsan a utilizar cubre bocas como lo han hecho en diversas ciudades y países donde la pandemia se encuentra contenida y controlada. Han sido las mismas autoridades las que han generado confusión y controversia respecto a establecer una norma general para imponer el uso obligatorio en la población. Como el mismo doctor López-Gatell, quien en repetidas ocasiones se ha contradicho respecto a la utilidad de utilizar cubre bocas atreviéndose a señalar repetidamente que no sirven para evitar la propagación del COVID-19, aún en contra de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Organización Panamericana de la Salud y de contundentes estudios científicos de diversas instituciones y reconocidas universidades que establecen la efectividad de esta y otras medidas, que, en conjunto, pueden y han logrado en otros países dar resultados favorables reduciendo la tasa de contagio de COVID-19.

Apenas en la pasada semana, el Ayuntamiento de Tijuana hizo, al fin y después de ser por meses señalado como uno de los más importantes factores de propagación del virus, obligatorio el uso de cubre bocas en el transporte público. En una ciudad donde los apeñuscados taxis colectivos dominan el mercado del transporte público, la indolente secretaria de movilidad y su dirección municipal de transporte, abandonaron por completo su responsabilidad de proteger la salud de los usuarios y operadores, mientras favorecían -como siempre- los intereses económicos de los transportistas pasándose por el coloquial “arco del triunfo” las oportunas recomendaciones publicadas por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) contenidas en el plan de movilidad para una nueva normalidad denominado “Movilidad 4s para México: Saludable, Segura, Sustentable y Solidaria” con prácticas y efectivas recomendaciones a establecer, como la implementación de ciclovías emergentes como alternativa al uso de transporte público y privado y la reducción del nivel de ocupación de las unidades de transporte público entre otras. Desgraciadamente, ninguna recomendación se había aplicado a cabalidad, hasta esta semana con el establecimiento del uso obligatorio en transporte público, mientras lentamente discute el cabildo una medida general para uso de cobre bocas en el espacio y vía pública que, increíblemente, tiene opositores dentro del mismo cabildo.

Esperemos impere el sentido común en los miembros del cabildo, hagan a un lado la grilla política y al fin cumplan con su responsabilidad ante los ciudadanos, particularmente obligando a los más renuentes a cuidar de la comunidad y a cuidarse a sí mismos, aprobando a la brevedad esta medida que permitirá de manera importante, reducir los índices de contagio en nuestra comunidad. Hagan su trabajo y protejan a la comunidad.

* El autor es arquitecto tijuanense, pro ciudades

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