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Futuros funcionarios

Tal como se había adelantado, la gobernadora electa Marina del Pilar Ávila Olmeda nombró a Catalino Zavala Márquez como quien será su segundo en la administración, pues ocupará el puesto clave de Secretario de Gobierno.

Tal como se había adelantado, la gobernadora electa Marina del Pilar Ávila Olmeda nombró a Catalino Zavala Márquez como quien será su segundo en la administración, pues ocupará el puesto clave de Secretario de Gobierno. Cabe recordar que Zavala Márquez fue designado Coordinador General de las Comisiones de Enlace de Transición Estatal, además fue el coordinador de campaña de Ávila Olmeda. Es licenciado en Derecho por la UABC con maestría en Gestión y Políticas Públicas por la Universidad Iberoamericana. Ha sido diputado local en cinco ocasiones, además regidor del Ayuntamiento de Tijuana y recientemente Secretario de Educación en el Estado. Por su parte, Marco Antonio Moreno Mexía, será el próximo Secretario de Hacienda de Baja California. Según el comunicado, cuenta con amplia experiencia en el diseño, estructuración y negociación de proyectos de inversión y financiamiento en México y en el extranjero. Ha sido Director Financiero en empresas públicas y privadas desde hace más de 25 años. Moreno Mexía inició su carrera en la empresa Deloitte, y posteriormente en compañías como UniBanco, Grupo Cuervo, SIMEC y Urbi y actualmente, dirige su firma de consultoría financiera en México y es socio de un grupo financiero en Estados Unidos. Además, Rosina del Villar Casas, quien hasta hace unas semanas era diputada local, será la Secretaría de Honestidad y Función Pública. Ella es licenciada en Derecho y Turismo. Fue Recursos Humanos y ha ejercido su carrera profesional en el área jurídica, enfocándose en materia agraria, civil y mercantil. En los próximos días, Ávila Olmeda dará a conocer otros de los nombres que ya tiene definidos de quienes formarán parte de su gabinete.

INQUIETA SOLICITUD DE RENUNCIA

Donde las cosas están color hormiga es en el DIF municipal en Tijuana, pues dicen que los trabajadores fueron convocados por la subdirectora operativa Miriam Hernández, quien les pidió que firmaran su renuncia voluntaria irrevocable. Esto generó miedo entre los empleados de confianza, pues algunos tienen muchos años trabajando ahí, sobreviviendo a todas las administraciones y ahora temen que los corran y no les den liquidación. Algunos ya firmaron el documento y señalan que no tiene fecha, por lo cual desconfían de que les puedan poner alguna que los afecte. Estas medidas, de acuerdo Hernández fueron solicitadas por la directora del DIF y por la alcaldesa Montserrat Caballero. Además, comentó que esto se está haciendo en todas las dependencias, que preguntaran incluso si tenían conocidos que trabajan en el ayuntamiento. Desde el viernes que les dieron a conocer la medida han estado insistiendo en este tema, por lo cual sienten que ya es hostigamiento laboral, pues incluso temen que no los dejen incluso entrar a trabajar si no firman.

CAMBIAN REGLAMENTO A MODO

Para conservar al Secretario de Seguridad Ciudadana de Rosarito, Francisco Arellano Ortiz, en el encargo, fue necesario que la alcaldesa Araceli Brown, sacara su “As de la manga” y para ello se modificó el Reglamento Interior del Ayuntamiento, a fin de que no se requiera el voto de mayoría calificada por el Cabildo. Arellano Ortiz no contaba con las simpatías de los regidores de oposición y según comentan los mismos, no se hizo ninguna otra propuesta por parte de la alcaldesa Brown Figueredo, para que alguien más ocupara ese importante cargo que trae de cabeza a Rosarito. Arellano Ortiz no consiguió los votos que necesitaba por la buena, para continuar en el cargo, así que la opción fue modificar el reglamento interior del ayuntamiento y santo remedio, todo arreglado. Así que no será raro que una vez que se publique la modificación al reglamento en el Periódico Oficial del Estado, empiecen los jaloneos en el ámbito legal. Algunos regidores inconformes con esta reforma, ya adelantaron que el asunto se habrá de definir en los tribunales, pues no se puede acomodar la ley a gusto del cliente. Habrá que ver si las cosas prosperan. Lo que sí es un hecho, es que los rosaritenses deberán acostumbrarse a que los consensos no serán el sello de esta administración

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