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Fiscalizar a los fiscales

Por el derecho a la libertad de expresión.

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Con este lodoso asunto del Fiscal General de la Nación, personificado en Alejandro Gertz Manero, nuestra amada patria vuelve a ser ubicada en donde realmente le pertenece estar: en pleno estercolero. Esto no quiere decir que lo merezcamos, sino que nos hacemos responsables de aceptar, aunque no lo queramos, que nuestro sistema de justicia no existe plenamente y quienes están encargados de hacerlo valer, en realidad lo corrompen constantemente. El caso en el cual el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, utilizó todo el poder que le confirieron para vengar la muerte natural de su hermano, es la muestra final de que, hablando de justicia, no tenemos nada de que enorgullecernos.

El tema ha estado en la mesa de los debates desde hace ya tiempo, pues es de suma importancia que se sepan los detalles de los hechos corruptos que tienen a una mujer de la tercera edad, tras las rejas y a otra con una orden de aprehensión. Los alegatos del fiscal son de que ella fue negligente en los cuidados de su hermano, y por consiguiente, muere. Este supuesto delito de omisión tiene una base sumamente débil, pues la atención que le suministraron profesionales de la medicina fue en tiempo y forma, y ella era quién la solicitaba. A la acusada y tras las rejas, como mujer de la tercera edad y sin ninguna preparación como médico o enfermera, no se le debe hacer responsable de una muerte por enfermedad. La discusión nacional al respecto es de que se está dando por cierto y legal, el que las mujeres son los sujetos obligados a proporcionar todo tipo de cuidados a sus familiares, en situación de enfermedad o vejez, y serán responsables de las fatalidades que aparezcan por esta situación.

Este es un caso que, dicen los entendidos del tema, no tiene ningún sustento legal o jurídico, pero que debido a la enorme corrupción que existe en la fiscalía general de justicia, más la complicidad de magistrados, y la presión de Gertz Manero hay dos mujeres en graves conflictoslegales.PordondequieraquelebusqueelFiscaldelaNación, esto no tiene vuelta de hoja, la mujer encarcelada debe ser liberada y a la otra, se le debe cancelar cualquier investigación en su contra.

Cuandolamáximaautoridadenlaprocuracióndelajusticiahecha mano del poder para ejecutar un acto personal de venganza, torciendo lasleyes,inventandootrasyobligandoajuecesyministrosdelacortea apoyar sus delitos, muy poco podemos esperar de la legalidad. El fiscal debe ser un humilde protector de los ciudadanos y un estricto respetuoso del sistema legal y la justicia. Si, por el contrario, como es el caso, aprovechaventajosamentesuposiciónparasusfinespersonales,nada debe estar haciendo allí. Por eso es que sorprende que Andrés Manuel López Obrador, Presidente de la República, hable en su favor y lo retrate como un ciudadano ejemplar trabajando a favor de la justicia.

Alejandro Gertz Manero debe ser investigado para que se deslinden responsabilidades y si tiene cola, como la tiene, que se le vincule a proceso judicial y se defienda como es su derecho. López Obrador nos repitió hasta el cansancio que nadie estaría por encima de la ley, y eso es precisamente lo que sucede con este caso. Si el próximo lunes se les declara libres a estas mujeres, sus abogados deben tener preparada la denuncia penal contra Gertz Manero, porque se debe sentar un precedente. En ese mismo sentido, se debe iniciar un proceso de revisión en cada una de las fiscalías de los estados de la república, para comenzar a limpiar el cochinero de arriba para abajo y de los lados hacia el centro. Vale.

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