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¿Feminicidios o víctimas colaterales?

“La violencia deja marcas, no verlas deja feminicidios”.#niunamenos

“La violencia deja marcas, no verlas deja feminicidios”.

#niunamenos

Este fin de semana, cientos de mujeres salieron a la calle manifestándose en contra de los feminicidios que se han registrado en Tijuana y el país.

Jovencitas han sido encontradas sin vida con huellas terribles de violencia, donde las autoridades se muestran perplejas y sin respuestas coherentes a los familiares de las víctimas y la sociedad.

Los feminicidios se han duplicado durante los últimos cuatro años en BC, ubicándonos en el 4to. lugar nacional. Durante 2020 han asesinado 24 mujeres, 7 de ellas feminicidios, una clara tendencia a la alza en algo de por sí ya sumamente grave.

Al igual que los homicidios en general en el estado, poca ha sido la efectividad de las autoridades en su prevención, esclarecimiento y castigo, abonándole al marco de impunidad prevaleciente.

Consecuentemente, ¿cuál es la diferenciación entre homicidio común a una mujer y el feminicidio?

El feminicidio se cataloga como un crimen de odio contra una mujer por el hecho de serlo, acompañado por extrema violencia y deshumanización. El asesinato de una mujer por un hombre por machismo y misoginia.

Recientemente la pena por feminicidio fue aumentada en el código penal estatal. Sin embargo, ante la poca efectividad en procuración de justicia, los números siguen creciendo.

En respuesta a la marcha del sábado el gobernador anunció la declaración de una alerta de género, entendida como el conjunto de acciones de emergencia para enfrentar la violencia feminicida. Previo a esto, la fiscalía del estado había anunciado la creación de una fiscalía en delitos contra las mujeres por razón de género.

Existe igualmente información donde la fiscalía y el sistema de justicia han generado más de 3 mil acciones a las policías municipales para que acudan a realizar rondines y atenciones especiales a víctimas cuya integridad está en riesgo, todo esto sin resultados aparentes.

Igualmente, la Fiscalía General de la República, a través de su fiscalía especial contra la violencia en las mujeres y trata de personas (Fevimtra) tiene un protocolo de investigación ministerial, policial y pericial con perspectivas de género, que las fiscalías estatales tienen que cumplir.

Este documento igualmente incluye instrucciones y procedimientos para la categorización y procedimientos operativos, incluyendo los grados de vulnerabilidad que una mujer pueda tener para dar pauta al crimen de género.

Consecuentemente, abunda normatividad y dirección en el tema, por lo que la declaratoria de alerta por sí sola no implicará su disminución, entendiendo otros estados de la república no han observado baja en sus índices a pesar de tener por varios años alertas activas.

En opinión de quien esto escribe, gobernador y fiscal deben ejercer las siguientes líneas de acción:

1) Fortalecimiento de la fiscalía de género con presupuestos, personal capacitado y protocolos para el pronto esclarecimiento y castigo de este delito.

2) Campaña de promoción de denuncia de violencia familiar con líneas telefónicas de fácil acceso que permitan canalizar de forma pronta y expedita a víctimas de maltrato familiar a las entidades previamente creadas para ello, incluyendo la operatividad del Centro de Justicia Para Mujeres.

3) Introducción de programas de diagnóstico y prevención de violencia de género, donde el enfoque sea no solo la víctima, sino el potencial victimario.

4) Fortalecimiento de los programas de prevención y rescate del tejido social, idealmente con una contraloría ciudadana.

Igual que la violencia en general, el feminicidio no es solo un tema de justicia, sino de desarrollo social y salud.

* El autor es presidente del Consejo Ciudadano 
de Seguridad Pública del Estado.

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