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Enloquecimiento oficial

La Presidencia de la República ya en un cuento de locos. Cualquier cosa que haya dicho y nos hayamos reído de Peña Nieto, es pecatta minuta.E

La Presidencia de la República ya en un cuento de locos. Cualquier cosa que haya dicho y nos hayamos reído de Peña Nieto, es pecatta minuta.

Cualquier burla o reclamo a Felipe Calderón puede ser perfectamente sepultada.

Nuestro Presidente, nuestro AMLO bebé, diría Chumel Torres, es oficialmente el hazmerreír del mundo y de la gente pensante de este país.

No es un secreto que yo voté por él y hasta promoví el voto a su favor. Lo hice pensando en que el país ya no podía seguir aguantando un Gobierno del PAN o del PRI, con toda la corrupción que ello implicaba. Emití mi voto sin expectativa a un excelente gobierno pero pensando en que tendría la autoridad para ir resolviendo de a poco lo más grave para, cuando menos, parar la caída libre en muchos de los ámbitos de la vida nacional. Al emitir mi sufragio pensé en los pobres y marginados, pero también en el fortalecimiento de nuestras instituciones. Pensé en la posibilidad de rectificar sin perder lo ganado.

¡Que equivocación tan grande! ¡Que decepción tan profunda! ¡Que pena me da con todos! ¡Que forma de fallarle al país como ciudadano! Me siento culpable.

El Presidente Andrés Manuel es una caricatura del excelente opositor que fue durante los casi 20 años intentando ser electo.

Cada palabra que dijo, cada frase que inventó, cada crítica que señaló, cada propuesta que nos hizo, se la puede ahora tragar a borbotones porque ha resultado más de lo mismo.

La gota que me derramó el vaso de la paciencia y la tolerancia, es la estupidez de la rifa-no rifa del avión presidencial, pero que es de dinero, pero no de lo que pague la gente por su “cachito” (carísimo para mucha gente), sino que saldrá del Instituto para recuperar lo

Robado que, ya mismo, podría comprar lo que falta en medicinas y equipamiento de hospitales sin hacer la ridícula rifa. Una pifia total.

Y no, no me molesta la evidente estrategia propagandística del Presidente para desviar la atención (las “cajas chinas” de las que tanto se quedó como opositor), sino que nos intente ver la cara de estúpidos a los ciudadanos que no estamos en el club de la chairiza. Eso me molesta sobre manera.

Nuestro líder nacional tiene que ser una persona seria. Una que unifique, que integre, que cohesione. No esta caricatura de sí mismo.

Como experto en relaciones públicas y conocedor de la comunicación, siempre pensé que la conferencia de prensa mañanera sería su trampa autoimpuesta.

Nadie tiene la capacidad de hablar 90 minutos diarios sin regarla o inventar algo. Y justo eso sucedió: el pez por su boca muere.

Los emprendedores siempre hemos dicho que tus resultados y acciones hablan más por ti que la promoción de ti mismo.

A AMLO sólo le faltaba dar resultados. Concretar cosas. Aprovechar lo que estuviera medianamente bien y corregir. Reformar lo que estuviera mal y revertirlo. Pero no. El Presidente prefiere la diatraba, la división, el encono, el vengarse de “sus enemigos”. Que flojera.

Su obsesión por pasar a la historia lo llevará al basurero de la historia. Nada bueno puede salir de quien todos dias sale a mentir (ú ocultar la verdad), a dejar que sus allegados sigan traicionando a quienes creímos en él, a pesar de que muchos nos dijeron que era un error apoyarlo.

No todo está mal, tampoco soy tan pesimista, pero creo que lo esencial está hecho un relajo. No hay por dónde. Qué lástima.

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